La Casa Natalicia de Sant Vicent Ferrer cuenta con cerámica que data del siglo XVIII. Conocida popularmente como el Pouet de San Vicent, fue la casa solariega de la familia Ferrer. La ciudad la adquirió en el año 1573. El edificio fue reedificado prácticamente en su totalidad casi un siglo después, en 1677. A lo largo del tiempo ha sufrido alteraciones fruto de diferentes intervenciones. En el siglo XX fue reconstruida por el arquitecto Vicente Valls siguiendo los cánones del gótico civil valenciano. En el conjunto, destaca la composición de los dos cuerpos articulados por una torre con almenas, así como la decoración cerámica del pouet, que data del siglo XVIII.
Ahora está cerca de convertirse en Bien de Relevancia Local, BRL. Uno de los elementos más importantes, yq ue da nombre a la casa es el «pouet». Este se encuentra en la pared del fondo de la entrada. Se trata de una pila de piedra, desde donde salía el agua del «Pouet». La leyenda cuenta que siendo un niño Vicente Ferrer hizo subir las aguas para devolver a un amigo suyo el zapato que se le había caído. Años después este pozo vivió una extraordinaria afluencia de personas al con objeto de beber o llevarse su agua para precaverse con ello de la epidemia de cólera.
Según consta en los actuales azulejos, «durante la epidemia del cólera morbo, en 1854, suministró este pozo la cantidad de 159.976 cántaros de agua, transportándose por el ferrocarril 45.900». Como muestra de agradecimiento, cuatro años después los valencianos colocaron la actual pila de mármol.