La mayoría de los afectados del incendio destacan a Julián, el conserje del edificio incendiado en Campanar. Primero fue a evacuar a los vecinos que tenían problemas de movilidad y después fue avisando a la mayoría de residentes.
Julián ha contado a los medios que avisaron a los bomberos, estos tuvieron que tirar la puerta abajo ya que no estaban los inquilinos dentro de la vivienda donde empezó el incendio.
El héroe llamó puerta a puerta para intentar salvar a cuantas más personas, mejor. Incluso poniendo en riesgo su propia vida. Estuvo ayudando hasta que los bomberos le pidieron que saliera del edificio para no sufrir una intoxicación por el humo.
No es consciente de la importancia de su papel. Asegura que para él ha sido «un placer ayudar en todo lo que ha podido». Muy emocionado relata que «es una pena todo lo que ha sucedido, no lo olvidará nunca». También ha ayudado a la Policía Nacional para identificar a las posibles víctimas que no localizaban.
En declaraciones a los medios ha destacado que los vecinos han querido darle vacaciones hasta que se normalice su situación. Fue uno de los supervivientes que fueron aplaudidos tras el minuto de silencio en la plaza del Ayuntamiento.