Las dos representantes en un acto previo al homenaje.

La Exhibición de Enganches celebrada este miércoles en la Real Maestranza de Sevilla ha rendido un emotivo tributo a las víctimas de la DANA. Esto sucedió contando con la presencia destacada de dos valencianas ataviadas con el traje regional que representaron la cultura y el sentir de su tierra.

Blanca Giner y Cristina Uña durante el homenaje en Sevilla / El Diario de Sevilla.

Este gesto simbólico, impulsado por el Real Club de Enganches de Andalucía, sirvió como puente entre Sevilla y Valencia. Una jornada donde el arte ecuestre, el protocolo y la tradición se entrelazaron con la solidaridad. Blanca Giner (Fallera Mayor de Grabador Esteve – Cirilo Amorós) y Cristina Uña (Fallera Mayor de Conde Salvatierra) desfilaron en uno de los coches de protocolo, ataviadas con trajes regionales, incluyendo tejidos de seda, delantales y pañuelos bordados en oro y orfebrería artesanal con amatistas y coral. El carruaje no participó en concurso pero sí en la ceremonia inaugural, donde también se interpretó el himno valenciano y se exhibió la «Real Senyera» junto a la de España, Andalucía y Sevilla.

La edición número 39 de esta histórica exhibición tuvo que ser reprogramada debido a previsiones meteorológicas, lo que no impidió una asistencia notable. Aunque el número de carruajes se redujo en un 25%, pasando de 90 a 76, el público respondió llenando las gradas de la Maestranza.

La plaza de toros de la Real Maestranza durante la 39 edición de la Exhibición de Enganches. / El Diario de Sevilla

Entre los participantes destacaron figuras como la campeona olímpica Carolina Marín, que desfiló como madrina de esta edición. También lo hicieron así ciertos carruajes que cuentan ser históricos como el «rally car» del conde de Bañares, acompañado por su habitual perro Camilo. También se premió el esmero en los detalles de la vestimenta de las andaluzas: mantillas antiguas y mantones bordados del siglo XVIII dieron vida al coso en una jornada sin el agobiante calor habitual pero cargada de emoción.

Este acto reivindicó la memoria de quienes aún sufren las consecuencias de la DANA en la Comunidad Valenciana. Medio año después del temporal, el gesto de Sevilla se ha interpretado como un acto de cariño y apoyo que trasciende la estética para convertirse en mensaje.