El próximo 22 de febrero se cumplirá un año del devastador incendio que arrasó el edificio residencial de Campanar en Valencia, dejando 138 viviendas reducidas a escombros, cobrándose la vida de 10 personas y afectando a centenares de familias.
Ahora, tras cinco meses de arduo trabajo de desescombro y limpieza, el proyecto de reconstrucción avanza con paso firme y con una decisión clave: la nueva fachada estará revestida con material cerámico, elegido por sus propiedades incombustibles y su fuerte arraigo en la tradición arquitectónica valenciana.
El pasado diciembre, el despacho de Arquitectos Arqueha, encargado del diseño del nuevo inmueble, presentó el Proyecto Básico al Ayuntamiento para solicitar los permisos de obra. Ahora, según ha explicado a EFE el presidente de la Comunidad de Propietarios, Fran Fernández, el siguiente paso es el desarrollo del Proyecto Constructivo, que servirá de base para la ejecución de las obras, previstas para iniciarse antes del verano.
El objetivo es garantizar la máxima «solvencia y fiabilidad, asegurando en todo momento que los objetivos de coste y plazo están bajo control». Además, se están adaptando las prestaciones del edificio a las normativas vigentes en seguridad contra incendios, accesibilidad y funcionalidad.
UNA FACHADA RESISTENTE Y CON IDENTIDAD VALENCIANA
Uno de los principales retos en el diseño del nuevo edificio era la elección de la «piel exterior». Dado el trágico antecedente del incendio, la solución debía garantizar la máxima protección contra el fuego, por lo que se ha optado por el uso de material cerámico, una opción segura, duradera y estéticamente atractiva.
Según apuntan, este material «no solo nos ofrece, de manera natural e inherente, un comportamiento inmejorable como material incombustible, sino que guarda una absoluta coherencia con las materias primas y el tejido industrial locales que, unidos a una fuerte tradición en la historia de la construcción y la arquitectura valenciana, lo convierten en el mejor candidato».
Para agilizar y facilitar la toma de decisiones, la comunidad de propietarios contará con un equipo técnico compuesto por ocho vecinos y la empresa SGS, referente en proyectos de edificación e ingeniería. La implicación de los afectados en el proceso de reconstrucción ha sido clave para asegurar que el nuevo edificio responda a sus necesidades y expectativas.
«Queda mucho camino por recorrer, pero si todo continúa según lo establecido, estamos un día más cerca de volver a nuestros hogares. Gracias a los avances de la rehabilitación y la prorrogación de las ayudas al alquiler durante todo el 2025, los propietarios estamos más tranquilos y afrontamos este año con ilusión y esperanza. Desde APROICAM, nuestro siguiente objetivo es conseguir también la prorrogación de las moratorias de las hipotecas», apunta la Asociación de Propietarios Afectados por el Incendio de Campanar (APROICAM).