La vacuna española contra el coronavirus ya es una realidad. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado luz verde a la comercialización de la vacuna frente a la COVID-19. Esta ha sido desarrollada por la empresa española HIPRA.
El ministro de Sanidad, José Miñones, ha valorado esta aprobación como un «hito científico y sanitario sin precedentes». Miñones ha agradecido a todos los profesionales implicados su trabajo para que la vacuna haya podido cumplir con las garantías de calidad, seguridad y eficacia.
La vacuna está indicada como dosis de refuerzo o ‘booster’ para personas mayores de 16 años que hayan recibido la pauta de primovacunación con una vacuna de ARNm, al menos 6 meses después de la última dosis de una vacuna recibida.
La vacuna de Hipra está basada en una proteína recombinante heterodimérica que contiene el sitio de unión al receptor (RBD, por sus siglas en inglés) de la proteína S (de spike o proteína espiga en español) de las variantes alfa y beta del SARS-CoV-2. Esto significa que esta vacuna bivalente contiene información para inducir una respuesta en forma de anticuerpos contra dos variantes del SARS-CoV-2. Este antígeno está acompañado de un adyuvante que incrementa la respuesta inmune.
Por otra parte, el perfil de seguridad de Bimervax es comparable al de otras vacunas contra la COVID-19. Los efectos secundarios más comunes observados fueron dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, cansancio y dolor muscular. Por lo general, estos fueron de leves a moderados y desaparecieron unos pocos días después de la vacunación.
La Comisión Europea (CE) será ahora la responsable de otorgar la autorización de comercialización para que el compuesto pueda distribuirse en todos los Estados miembro de la UE, como sucede con el resto de medicamentos autorizados por procedimiento centralizado.