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Covetes de Sant Joan, Valencia.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha manifestado la implicación del Ayuntamiento en la recuperación de les Covetes de Sant Joan, y su apoyo a los propietarios, que se han constituido en asociación para trabajar por la restauración de estos espacios históricos singulares y su puesta en uso. Ribó ha recibido esta mañana en el Ayuntamiento a una representación de la agrupación, y a su presidente, Raúl Escobar.

El alcalde ha mostrado su apoyo total a la iniciativa Recuperem les Covetes, y ha explicado que el Ayuntamiento coordinará reuniones de trabajo con los diversos actores implicados «para tratar de dar apoyo a esta iniciativa y ver cómo ordenarla en el proyecto de reforma de la plaza». Hay que tener en cuenta que se trata de espacios BIC (declarados Bien de Interés Cultural), localizadas en un entorno también BIC (la plaza del Mercado, La Lonja y a la Iglesia de los Santos Juanes). El Ayuntamiento prevé remodelar la plaza, con la colaboración de la Conselleria de Cultura y, de manera paralela, la Fundación Hortensia Herrero ha anunciado la rehabilitación del templo barroco.

ASÍ SON LES COVETES DE SANT JOAN

Les covetes son edificaciones que datan de principios del siglo XVIII. Son semisótanos de poca superficie que albergaban chatarrerías y comercios de viejo. Joan Ribó ha señalado su satisfacción por esta iniciativa particular «de volver a poner en marcha algo de gran valor histórico y también simbólico», y ha recordado que actualmente «estamos en un proceso de reforma de las grandes plazas de Valencia».

El proyecto de la asociación Recuperem les Covetes es rehabilitar estos espacios y ponerlos en funcionamiento según los usos que recomienda el Plan de Protección de Ciutat Vella y la Ley de Patrimonio. Fundamentalmente serán usos artesanos, y para ello se está en contacto con varias asociaciones de recuperación de patrimonio y de oficios.

Les covetes fueron concebidas en su origen como espacios con fines comerciales con beneficio para la parroquia de los Santos Juanes, y aunque principalmente funcionaron como chatarrerías y tiendas de viejo, también albergaron transacciones comerciales y artísticas, entre otras. A mediados del siglo XVIII, pasaron a manos privadas, y en la actualidad, alguna continúa en propiedad de la iglesia, buena parte de ellas pertenecen a entidades bancarias, y otras son de dominio particular.