La ruta ecológica de Benissa es un tranquilo paseo por la costa de este municipio alicantino. El recorrido ofrece un sendero señalizado y adaptado a todas las edades y dificultades. Por ello, es la opción perfecta para disfrutar de la naturaleza junto a tu familia y amigos.

La ruta cuenta con una característica adicional que será de gran agrado para los más perezosos. La realidad es que el recorrido permite en todo momento parar a contemplar las calas. Sin embargo, para aquellos más deportistas, también tiene la opción de continuar hasta el final. Si eres de los que opta por realizarla en su totalidad podrás encontrar carteles con información sobre la zona y sus especies botánicas singulares.

La tranquila ruta de calas y acantilados de Benissa
La ruta ecológica de Benissa. / Ayuntamiento de Benissa

Como se ha señalado anteriormente, la ruta recorre la costa de Benissa a través de varias calas. En este sentido, la primera parada es la playa de la Fustera, una pequeña ensenada de arena con mucho encanto que se abre entre dos acantilados. Sus fondos cristalinos están dominados por la posidonia y son perfectos para el buceo.

El trayecto continua hasta la Cala dels Pinets: pequeña y de carácter salvaje. En este caso, es recomendable llevar escarpines para mayor disfrute de la zona.

La tranquila ruta de calas y acantilados de Benissa
La ruta ecológica de Benissa. / Ayuntamiento de Benissa

La ruta ecológica también dispone de zona de merenderos

Si se continua siguiendo el sendero marcado con color azul, te sumergirás en el interior del municipio hasta alcanzar una zona con merenderos. La siguiente parada es la Cala de la Llobella, a la cual se accede a través de la C/ Camamirla. Se trata de una cala de cantos rodados y de difícil acceso. Es perfecta para nadar y bucear dado que no suele estar muy transitada. Si te quedas con ganas de más, siempre puedes andar 500 metros hasta llegar a la Platgeta de l’Advocat: una playa de arena fina.

Además de las playas y calas, también tendrás la posibilidad de descubrir su pequeño Club Náutico Les Bassetes. Junto a él, se encuentran dos restaurantes en los que podrás parar a disfrutar de las vistas.