Una de las rutas más bonitas que se puede hacer en el interior de la provincia de Valencia es la de los puentes colgantes de Chulilla. Estas pasarelas fueron creadas en el año 2013 aunque su historia se remonta varios años atrás.
En los años 50 se hizo la construcción del Embalse de Loriguilla, en pleno auge y época de los pantanos con el franquismo. Debido a las obras, la población de Chulilla aumentó pues la mayoría de trabajadores residían fuera de esta localidad.
Fue entonces cuando se decidió acortar el trayecto que debían recorrer los obreros entre Chulilla y el embalse. Por eso, se decidió construir dos puentes: uno colgante y otro fijo que permitían atravesar el «Gran Cañón» valenciano en menor tiempo.
LA RIADA DEL 57, EL GRAN RETRASO DE LOS PUENTES DE CHULILLA
A pesar de las obras, la riada que sufrió Valencia en octubre de 1957 afectó a los puentes y paralizó su construcción. El caudal que atravesó el cañón del Turia fue tal que se llevó consigo estas pasarelas. Tras esto, no fue hasta el 2013 cuando se volvió a lanzar la iniciativa para recordar y rememorar aquellos puentes. Además, supusieron una gran iniciativa para fomentar y potencial el turismo en el municipio.
El primer puente colgante es el más alto, tiene una altura sobre el río de unos 15 metros por lo que no es recomendable para aquellos que tengan miedo a las alturas. Además, esta pasarela tiene una longitud de aproximadamente unos 21 metros de largo.
El otro puente cuenta con una longitud de pasarela de 28 metros aunque presenta una altura menor sobre el cauce del río siendo esta de unos 5,5 metros.
LOS PUENTES SOPORTAN LA CARGA DE MÁS DE 100 PERSONAS
Respecto a la seguridad de estas plataformas colgantes, se puede afirmar que son muy seguros. Cuentan con el soporte de cables de acero de 28mm de diámetros anclados a la roca mediante anclajes de más de 3 metros de profundidad. Es decir, para echar abajo el puente habría que saltar más de 100 personas a la vez y moverlo repetidamente.
En la actualidad, el conocido cañón del Turia es una ruta apreciada tanto por escaladores como por senderistas. En esta ruta por los puentes colgantes de Chulilla se puede apreciar su entorno y valor medioambiental. Además, posee numerosos paisajes fluviales visitables a través de su senda.
