Valencia celebra el día de los Derechos Humanos
Día del Orgullo LGTB 2019 en Valencia. / Jerónimo Roure

La trágica muerte de Samuel el pasado viernes parece no haber calado en todos los jóvenes españoles por igual. Tan sólo unas horas después de su muerte, la ciudad de Valencia se convertía en un nuevo escenario de agresión homófoba aunque sus víctimas han podido contarlo.

Dos jóvenes de 21 años fueron atacados por un grupo de diez hombres cuando celebraban el final del curso. Los dos chicos recibieron una paliza mientras eran increpados con insultos homófobos y eran tildados de «maricones».

Según relata lamarea.com, la agresión tuvo lugar en la plaza de Honduras el sábado por la noche. Las víctimas se encontraban en compañía de otras dos amigas tomando unas cervezas en el parque puesto que los bares ya habían cerrado. Fue entonces cuando otro joven se acercó a pedirles dinero. Alejandro, uno de los heridos, respondió entre risas: «dinero no tengo, pero tengo un culazo».

«Solo por soltarle esa tontería sobre mi cuerpo y, viendo que yo era homosexual, se lo tomó como una ofensa horrible», relata Alejandro. Según su visión de los hechos, el agresor comenzó a insultarle sobre su tendencia sexual y le tachó de maricón. Acto seguido el joven apareció con un grupo de diez personas para iniciar una retahíla de golpes contra el propio Alejandro y su amigo, también homosexual.

ALEJANDRO RELATA CÓMO FUE LA AGRESIÓN

Las dos chicas que se encontraban allí trataron de defenderles pues los atacantes dejaron claro que no iban contra ellas. Estas se encararon a los presuntos agresores y lograron recuperar una riñonera robada aunque no el teléfono móvil. «Mi amiga fue mi seguro de vida porque me metí detrás de ella y ya no me tocaron», explica Alejandro en el diario El País.

Los jóvenes fueron golpeados en la cabeza terminando con diversas magulladuras y los labios hinchados. Agentes de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar de los hechos pero los presuntos agresores ya habían huido. Al parecer, les invitaron a subir al furgón para buscar al grupo pero declinaron dicha opción: «yo lo que quería era irme a llorar».

PROBLEMAS PARA DENUNCIAR

Fue el domingo cuando Alejandro y su amigo acudieron a la Policía Local para denunciar. No obstante, tuvieron que acudir hasta tres comisarías puesto que les dijeron que era tarea de la Policía Nacional. Además, este ha señalado que trataron de disuadirle por la espera a la que se tendrían que someter. Finalmente, sin conseguir poner la denuncia, abandonaron las dependencias policiales.

Ahora Alejandro está recibiendo asistencia desde la Fiscalía de Delitos de Odio de Valencia. Hoy será atendido por los servicios abogados para explicarle las opciones de denuncia existentes puesto que siguen sin haber dado este paso.