En pocos días el cine español celebrará la gran fiesta de los Goya. Una edición que también contará con representación valenciana. Un de esos nombres es el de Raúl Díez, director del cortometraje «El Ermitaño», nominado a los Goya al mejor cortometraje de animación.

Pregunta: Buenas noches Raúl, en primer lugar enhorabuena por la nominación. ¿Nervios?
Respuesta: La verdad es que uno no está acostumbrado a estas cosas, osea que sí, algo de nervios hay.

P: ¿Cómo recibe uno la noticia? Dices que no estas acostumbrado a este tipo de historias, ¿Cómo recibes la nominación?
R: Pasamos una vez una experiencia igual que si que trajimos el Goya en 2003, por «Señor Trapo», pero después de tanto tiempo, cuando te dicen que estas nominado, la verdad es que es una grandísima emoción, que por muy bueno que sea el trabajo yo creo que actualmente se estan haciendo grandes cortometrajes de animación, hay mucho nivel y cuando te nominan es una gran satisfacción, y junto a Daniel, que es el productor, lo celebramos.

P: Estáis nominados en la categoria de mejor cortometraje de animación, el título del cortometraje es «El Ermitaño», sin hacer espoilers, ¿De que va el cortometraje?
R: «El Ermitaño» es una historia dura, trata sobre la incomunicación, es la distopia de los mundos imaginarios no deseables, donde el personaje, que es un guerrero, media metamorfosi entre el insecto y el ser humano. Consiste en la búsqueda de comunicarse con alguien, y tampoco se sabe si al final se quedará entre lo insecto y lo humano. Es una historia un poco especial, kafkiana.

P: ¿Cómo fue el proceso de creación del cortometraje?
R: Larguísimo. Un proceso que ha durado muchísimos años. Empezamos en el 2005, no podemos vivir del cortometraje, ya nos gustaría, y al final los procesos fueron lentos. Pero en el 2015, Daniel y yo dijimos que esto tenía que tirar para delante, convencimos a Fran Dapena , es un animador español que ha sido nominado a los Oscar, y junto con Roman Melnik decidimos ir a muerte a terminar el corto y es lo que hicimos durante dos años.

P: Antes de llegar a los Goya, ¿habéis pasado por más festivales, proyecciones…?
R: Esta es la primera que se estrena con los Goya. Hemos arrancado, quizás porque ha coincidido con las fechas, no es premeditado. Podríamos acabar en enero pero no, acabamos justo en septiembre que es cuando había que presentar a los Goya.
Cuando se buscaba información sobre «El Ermitaño» no se encontraba nada, ahora ya se empieza a encontrar y entramos en todo un recorrido en 2018, y es fundamental que el corto tenga una proyección internacional, no solo nacional.

P: Y eso, ¿Cómo se consigue?
R: La verdad pues moviéndolo mucho por ferstivales de categoria «A», quizás también por televisiones, grandes distribuidores, y cuidando mucho los niveles.
Actualmente hay muchísimo nivel en el tema del cortometraje de animación y hay que estar ahí, hay que seguir insistiendo. El corto no se termina en septiembre de 2017 y te olvidas, todo lo contrario, hay que estar encima, empujándolo y ver si en España con la lanzadera del tema de los Goya se nos puede ayudar a posicionarnos fuera.

P: ¿Durante cuánto tiempo más o menos tenéis que estar moviendo este cortometraje para que dé los frutos que vosotros quereis o deseais?
R: Los plazos de entrega de los festivales suelen ser de cuatro, cinco meses, con lo cual entraremos hasta mediados de 2019.

P: Todavía os queda un año largo para seguir viviendo de «El Ermitaño». Entonces reacciones del público no conocemos todavía.
R: Lo que hicimos es que para nosotros era fundamental la reacción del público. Entonces lo proyectamos en Madrid con esa intención. Fue muy bien acojido.

P: ¿Cuántas personas lo vieron en aquella proyección?
R: Se han pasado dos proyecciones y de momento lo han visionado más de 100 personas en las dos.

P: Habéis estado en la noche de los nominados, la fiesta de los nominados previos a los Goya, cuéntanos un poco, haznos la crónica social de la fiesta de los nominados.
R: El ambiente de los compañeros es formidable, además de los nominados. Todos nos apreciamos mucho, vemos que el trabajo ha sido enorme y creemos que este es el mejor periodo. Quizás luego esta la consecuencia del Goya o no Goya, pero yo creo que a los tres días se olvida. Todo el mundo después ya esta pensando en la siguiente edición. El ambiente ha sido formidable, es bastante reservado, quizás es donde conseguimos hablar entre los compañeros de todas las categorías, sobre otros temas y sobre otros proyectos y se cierran acuerdos o se ven perspectivas para hacer cosas conjuntas.

P: Entonces aprovecháis para entregar currículums y tarjetas de visitas.
R: Sí, sobre todo para ver las conesiones y las posibilidades que se tienen de trabajar unos u otros aunque no sea exclusívamente de animación.

P: ¿A quién esperabas ver, a quién esperabas saludar? ¿Con quién querías hablar en la fiesta de los nominados?
R: La verdad es que Maribel Verdú me parece fantástica.

P: Recuerdo una anécdota de Pilar Bardem en los Oscar que ella dijo que creía en Dios después de ver a George Clooney, no sé si ayer te pasó algo parecido.
R: Con George Clooney no, pero la verdad es que Isabel Coixet también es maravillosa. La verdad es que la apreciamos mucho y también a la gente de otras categorías.

P: Y de la propia noche de los Goya, porque ayer fue la fiesta de los nominados, es un poquito más relajado, me imagino, algo un poquito más tranquilo, pero la espectación real es el cuatro de febrero, entonces, ¿que se espera de esa noche?
R: Yo creo que eso es más matador, yo creo que ahí estan lo nervios, hay mucha presión, esta todo muy puesto. Quien pueda recoger el Goya tendrá su minuto de gloria. Siempre lo hemos dicho, los cortometrajes no tenemos la posibilidad de tener o no tener el Goya, de recaudar más dinero, porque no tenemos posibilidades de ir al cine. Quizás ahí es donde se debería de hacer el esfuerzo.
Entonces estas en ese momento en el que puedes llamar o pedir o lo que quieras pero esta todo muy acotado, es muy complicado, es una ceremonia muy cerrada donde los tiempos estan muy marcados. Además hay gente de todo tipo, yo creo que es ahí donde hay más glamour. Ayer era un glamour entre nosotros pero el glamour está en esa gala.

P: ¿Ya tiene elegido lo que te vas a poner?
R: La verdad es que voy a ir muy discreto pero sí, más o menos ya lo tengo claro.

P: Me introducías antes el tema del poder vivir del cine, de poder vivir del cortometraje o del cortometraje de animación, ¿Por qué no se puede vivir de ello?
R: Se debería. Llevamos insistiendo con el Ministerio de Cultura. Yo creo que tiene que ayudarnos mucho también la Consellería.

P: ¿Pero que trabas os ponen?
R: Yo creo que desconocen el formato en sí. Creen que el corto es como el corto de ficción que se rueda en tres, cuatro, cinco semanas. Los cortos de animación es un proceso muy largo y es un formato de tiempo. Estamos hablando de que el corto puede durar diez o quince minutos que es el tiempo correcto. Entonces hacer largos, de los ciento treinta que hay ahora de ficción, los que son de animación son solo tres. Luego que el corto de animación es lógico que esté en hacerse los cortos y claro lo que nosotros vemos es que si nos cuesta más dinero, nos cuesta más tiempo y no podemos vivir de ello, pues es complicado.