El cirujano valenciano, Pedro Cavadas, ha contado en El Hormiguero los momentos más duros de su carrera, lo vivió hace 7 años cuando falleció el amigo y paciente al que hizo el primer trasplante de cara. La muerte se produjo a los 3 años de la operación por los efectos de la medicina que tenía que tomar. Según le ha contado a Pablo Motos, cada operación supone mucho esfuerzo y dedicación, lo más difícil viene después de las operaciones.

Según ha confesado “el paciente murió, pero fue un auténtico y verdadero valiente. Su muerte me dolió mucho, porque ya era mi amigo, de verdad. También ha reconocido que, en general, no es bueno hacerse amigo del paciente, pero eso es una cosa que uno no decide. Ese paciente en concreto era un tío con una calidad humana tan desbordante que era imposible no hacerse amigo suyo. De 0 a 10 en calidad humana, era un 11. Cuando murió, te mueres con él. Fue un golpe duro, duro… durísimo”.

El doctor milagro ha conseguido la reconstrucción de una separación de la columna vertebral y la pelvis, la operación del ciclista de Xàbia que sobrevivió al atropello en Oliva en mayo de 2017. También reconstruyó parte del rostro y la mano izquierda a un hombre de Kenia que había recibido el ataque de una hiena. También ha sido muy recordado el caso del reimplante de mano realizado a un marine del ejército de Estados Unidos.

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