2024 podría ser un año que marcar en nuestro calendario. A partir de esta fecha, el Gobierno podría empezar a implementar peajes en todas las carreteras del país. Los motivos que llevarían al ejecutivo a establecer este sistema de pago serían dos: «quien contamina paga» y «el que usa paga».
Asimismo, se apoyaría en la minorización de las emisiones de gases de efecto invernadero y el impacto de la carretera sobre el medio ambiente. Por el momento, el Ejecutivo prevé llevar a cabo una campaña de concienciación sobre la población en cuanto a la necesidad de ejecutar esta medida. Así lo asegura en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas.
Basándose en la experiencia internacional, el Ejecutivo cree que el tiempo mínimo necesario para desarrollar los instrumentos es de entre dos y tres años. Sin embargo, insiste en que buscará el acuerdo social y político para implementar esta medida, según recoge Europa Press. De esta forma, lo consultará con transportistas profesionales, las comunidades autónomas y otras administraciones.
En cuanto a los vehículos autorizados para el transporte de mercancías por carretera, el texto señala que la Administración impulsará las condiciones normativas necesarias para que el coste sea asumido por los cargadores. De esta forma, se pretende incentivar la búsqueda de la sostenibilidad y eficiencia del transporte.
El peaje en carreteras, a la fila de otros impuestos verdes
La medida de los peajes se suma a otros impuestos, algunos de ellos entran en vigor este año. Este es el caso del que gravará el depósito de residuos en vertedero y a la incineración. En este sentido, el ejecutivo ha señalado que modificará el Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero. Asimismo, revisará las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante “para la equiparación progresiva de los tipos impositivos”. En otras palabras: aunque no detalla la cuantía, abre la puerta a subir el impuesto al diésel.