La Fundación Oceanogràfic ha presentado los resultados del estudio realizado durante más de tres años en los fondos marinos del litoral de Xàbia, unos 27 kilómetros, incluyendo Benitatxell, en el marco del Projecte Xàbia, que abarca también acciones de divulgación y concienciación de todos los sectores sociales de la localidad.

Se trata de la evaluación más completa y actualizada realizada de forma global sobre la biodiversidad de los fondos marinos comprendidos entre el Cabo San Antonio y Cabo de Moraira (Cap d’Or).

El director del proyecto, Paco Torner, y el responsable del área científico-técnica, Alejo Muruaga, han informado en una conferencia de prensa, en la que ha participado el alcalde, José Chulvi, que el análisis exhaustivo, elaborado con metodología científica, muestra que la salud de la biodiversidad de los fondos marinos es “buena” o “muy buena”, si bien se observan “signos de retroceso en áreas de Posidonia oceánica con alta frecuentación de actividad humana”. La evaluación global informa de que “existen áreas comparables a lugares de extraordinaria riqueza como Tabarca”.

Posidonia, mesolitoral, sustratos y peces

Por apartados, los datos analizados reflejan que el estado ecológico de la pradera de posidonia es “muy bueno” en las calas de Cumbres, Granadella, Tangó y Portitxol y “bueno” en la Cala Blanca y Sardinera. El estudio concluye que, pese al buen estado de salud en general, existen evidencias de impacto sobre la pradera de posidonia en zonas de fondeo tras el verano.

La franja mesolitoral, la zona que comprende entre la máxima altura del nivel del mar hasta la mínima, se caracteriza por poseer un litoral muy heterogéneo con acantilados medios y altos, costa rocosa baja y sólo un 10% de playas arenosas y cantos rodados. El estado ecológico de esta franja es “bueno”, excepto entre el Cap Prim y el Portitxol que es “muy bueno”.

En cuanto a la ictiofauna, se ha constatado que la abundancia y riqueza de peces en la zona no están afectadas por la presencia de buzos. Por su parte, la cobertura algal y la composición de las distintas comunidades tampoco se ven afectadas por la presencia de buzos, como tampoco afecta a los sustratos duros e invertebrados -esponjas, erizos, estrellas, etc.- salvo a algunas especies como el falso coral rojo, la esponja Dysidea fragilis, y los erizos.