almuerzo

Valencia es la ciudad del esmorzaret y esto es algo que salta a la vista cualquier día de la semana. El reloj marca las 10 de la mañana y comienza la peregrinación: como buenos feligreses, oleadas de valencianos y valencianas asaltan a media mañana las terrazas y los interiores de nuestros bares y restaurantes para reponer unas fuerzas que comienzan a menguar.

Tanto da si eres estudiante, trabajador o jubilado… la hora del almuerzo abraza a todos por igual. Por ello, en 7TeleValencia hemos decidido ayudarte a sacar el máximo provecho de costumbre tan valenciana y te recomendamos los 5 mejores bares de la ciudad para devorar un buen almuerzo:

Bodega La Pascuala

Casi no necesita introducción. Este templo de la gastronomía valenciana lleva casi 100 años amenizando las mañanas a nuestros paladares con una fórmula tan sencilla como efectiva: el bocata, cuanto más grande, mejor.

Su secreto? Ninguno: buenos alimentos a un precio asumible por todo tipo de bolsillos. Su proximidad con la playa también desempeña un papel importantísimo en su enorme popularidad. Tanto en su viejo local de la calle Eugenia Viñas como en el nuevo de la calle Dr. Lluch, el mar se fusiona con el encanto del barrio del Cabanyal para ofrecer una de las experiencias más auténticas de toda nuestra ciudad.

La Pascuala es un reducto de tasca de toda la vida que resiste con fiereza casi numantina la hipsterización de la hostelería. Sus enormes bocadillos de carne de caballo puede que no sean la mejor opción para adornar el feed de tu cuenta de Instagram, pero no te mentimos si decimos que no te vas a acordar ni de que tienes cuenta de Instagram mientras lo engulles. La belleza es subjetiva y se encuentra en el interior… de tu estómago.

Bar Alhambra

Situado en el barrio de Arrancapins, a escasos 5 minutos de la estación de Àngel Guimerà, este emblemático local debe su fama a la tortilla. Patata, cebolla, habas, espárragos… nada se le resiste a Benito, dueño del local, que cada día cocina en torno a unos 15kg de tortilla que rara vez sobreviven a la mañana. Si eres amante del plato patrio por excelencia, este sin duda es tu sitio.

Aviso a almorzantes: las dimensiones del local son algo reducidas y la demanda de tortillas cada mañana es muy alta, así que te recomendamos ser paciente mientras esperas -cerveza en mano, por supuesto- a que salga tu bocadillo.

La única pega que le ponemos: que solo abre de lunes a viernes.

Central Bar

¿Un almuerzo de Estrella michelín? ¿En pleno Mercado Central? ¡Espérame que voy corriendo! El laureado chef valenciano Ricard Camarena acerca su cocina al corazón de Valencia con una propuesta a medio camino entre la alta cocina y el bar de toda la vida. Con la filosofía del “kilómetro 0” por bandera, este particular local adquiere la gran mayoría de sus productos de los establecimientos que lo rodean dentro del mercado.

Como es de esperar, el coste de un almuerzo de altos vuelos en el Central Bar es algo superior a lo que solemos estar habituados. No obstante, pensamos que vale la pena pagar ese extra por la calidad de los productos servidos y el emplazamiento en sí: ni más ni menos que el mercado modernista más grande de Europa. Un día es un día. O dos, o tres

Kiosko La Pérgola

Todo buen valenciano que se precie tiene que pasarse a almorzar por este particular espacio al principio del paseo de la Alameda al menos una vez en su vida. Según apunta dolcecity.com, su ‘Bombón’ es el mejor bocadillo de toda Valencia y nosotros, sin ser tan rotundos, estamos de acuerdo en que se debe encontrar mínimo entre los 5 más destacados: esta maravillosa combinación de lomo, champiñones, queso, salsa verde y mayonesa es auténtico patrimonio de nuestra ciudad.

Pero eso no es todo: todo esmorzaret en condiciones en La Pérgola debe ir acompañado por su ensaladilla rusa, reconocida también por muchos como de las mejores del lugar.

La Bernarda

Quizás el establecimiento con menos tradición de los cinco, La Bernarda sin embargo se ha erigido como un auténtico tótem del esmorzaret de nueva era. Situado en la plaza de Tapinería, a escasos dos minutos del Micalet, La Bernarda abandera el concepto de “large esmorzaret”. Así es como han decidido sus dueños, Raquel y José, rebautizar nuestra tan arraigada tradición, que congrega cada mañana a trabajadores de la zona que se escapan a probar sus bocatas. Estos se pueden degustar en tres tamaños distintos: cuarto, medio o barra entera, y están para chuparse los dedos.

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