El viento provocó el desvío de la carcasa que impactó con el público de la mascletà del pasado viernes. Así lo afirma para Levante EMV el inspector de bomberos de Valencia, Tomás Asensio. El especialista dice que fue un accidente poco probable, «no es habitual que una carcasa caiga a 30 metros de distancia sin explotar».

El límite de viento para poder disparar una mascletà aérea es de 36 km/h, el control de los bomberos es muy exigente. La plaza es segura porque está rodeada de edificios que dificultan la entrada de aire. Voluntarios de Cruz Roja rodean todo el perímetro de la mascletà para atender rápidamente si hubiera heridos.

Los 13 heridos en la mascletà por quemaduras leves de un artefacto pirotécnico han sido dados de alta. Los pacientes presentaban quemaduras leves o heridas menores en la gran mayoría de los casos; o molestias auditivas en el caso de dos personas atendidas en el Hospital Doctor Peset.