La antigua sede de Hacienda ubicada en el número 4 de Guillem de Castro podría pasar próximamente a manos del Ayuntamiento de Valencia. El consistorio está analizando la viabilidad de la adquisición del inmueble. El objetivo es dedicarlo a la ampliación y reestructuración de servicios municipales.
«Disponemos ya del informe con los trabajos de campo y los cálculos económicos de cuánto supondría el refuerzo estructural necesario para dar cumplimiento a la normativa y poder dedicar el inmueble a la ampliación y reestructuración de los servicios municipales», ha explicado hoy el alcalde de Valencia, Joan Ribó.
Según el edil, la actual situación de las finanzas municipales sí permitiría al consistorio ampliar su patrimonio inmobiliario. «Económicamente podemos gracias a todo el esfuerzo de reducción de la deuda que hemos hecho anteriormente y que nos permite iniciar una operación de este tipo», ha señalado.
Respecto al coste, el Ayuntamiento debería abonar 12,5 millones de euros (12.559.057,30€) para rehabilitar el edificio cerrado en 2016. La antigua sede de Hacienda presenta síntomas de deterioro estructural. No obstante, según el informe técnico, se considera viable su refuerzo e intervención.
RECHAZAN CONVERTIR HACIENDA EN UN CÉNTRICO HOTEL
El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha asegurado ser una «oportunidad para el Ayuntamiento de Valencia que hemos de aprovechar». «Lejos de seguir la senda de la reducción del sector público local, nosotros queremos redignificarlo. Este edificio puede ser un gran espacio de atención ciudadana, un gran espacio de gestión municipal que nos permita ofrecer un mejor servicio público a toda la ciudad».
Sanjuán ha recordado que para viabilizar esta operación en el menor tiempo posible ya ha habido contactos con los responsables estatales. Además, ha señalado que espera «continuar este impulso para que el edificio sea pronto una de las sedes del Ayuntamiento».
El Ayuntamiento inició a principios de año las negociaciones con el Ministerio para estudiar la compra del edificio de Hacienda. El Ministerio pretendía que fuera recalificado para poder venderlo a alguna cadena hotelera. Sin embargo, el plan decayó tras aprobarse el Plan Especial de Ciutat Vella. En este se fijó que el inmueble tendría que continuar acogiendo instalaciones públicas.