Dicen que el tiempo es oro. La influencer Cristina Veillard lo confirma. Se autodenomina la «reina del multitasking» y le sobran razones para ello. La valenciana cuenta con un blog y un perfil de Instagram que, sumado al de su propia marca, arrastra a más de 100.000 seguidores. Además, es profesora de música en el colegio Cumbres School y dirige, junto a su socia y amiga, una marca de zapatos personalizados para novias e invitadas (LoovShoes).
Como si todo esto fuera poco, Cristina ha sido mamá hace poco y en la actualidad se encuentra terminando su Grado Superior de canto lírico en el Conservatorio Superior de Valencia. «La semana que viene tengo mi recital de final de grado. Daré por terminada entonces una carrera de más de diez años», nos explica.
A pesar de estar centrada en su faceta como soprano, Veillard tiene claro cuál es su objetivo principal: convertirse en un referente nacional del mundo nupcial. Mientras trabaja en su perfil de Instagram para alcanzar su sueño, la bloguera se prepara para el lanzamiento de su tienda online.
Ya lo desvela tu perfil de Instagram: soprano, profesora y emprendedora. ¿Con cuál de estas facetas te sientes más identificada?
No podría elegir una. Soy la reina del multitasking, como dice mi perfil. Siempre me caracterizo por hacer varias cosas a la vez. Yo soy maestra de música en Cumbres School. Estudié magisterio porque a nivel vocacional me encantaba trabajar con los niños. También quise unir eso con la música.
Este año estoy de excedencia por el nacimiento de mi hijo y aprovechando para terminar mi carrera de canto lírico, estoy en cuarto de grado superior en el Conservatorio Superior de Valencia. La semana que viene tengo mi recital de final de carrera, daré por terminada una etapa de más de diez años.
En la actualidad cuentas con un blog y un perfil en Instagram especializado en bodas, ¿qué te llevó a decantarte por este sector?
No fue algo muy meditado, fue algo inspiracional. Primero estuve ayudando a la primera mejor amiga que se casaba. Ahí fue cuando me sumergí por primera vez en el mundo de las bodas. Al año empecé a organizar la mía. Comencé a compartir mis preparativos como algo que podría ayudar a las demás y no he salido del mundo nupcial desde entonces.
Además de ‘Algo nuevo, algo prestado y azul’ cuentas con una marca de zapatos para novias e invitadas, ¿cuándo decidiste apostar por este negocio?
Emprendimos en el año 2018. Me parecía una idea brutal poder personalizar tus zapatos como ya ocurría entonces con los tocados. En mi boda tuve que ir a Madrid a hacerme los zapatos.
¿Cómo recuerdas los inicios? ¿Fue complicado arrancar o tu presencia en redes sociales ayudó a mover la marca?
Fue como cuando empiezas un negocio, fui descubriendo todo con ensayo y error. Me equivoqué cientos de veces y me sigo equivocando pero cada vez que lo hago aprendo una cosa nueva. Una de las razonas que me llevó a crear la marca era contar con gente que ya me conocía en Instagram, fue una de las claves. Como personaje de las bodas en Valencia me ha resultado mucho más fácil llegar a todas las novias.
Marzo de 2020. Estado de alarma y aplazamiento de todas las celebraciones, ¿cómo ha sido hacer frente a una pandemia desde el punto de vista empresarial?
La verdad es que nos afecto tantísimo desde el punto de vista personal que lo empresarial se quedó en segundo plano. También es verdad que, tanto yo como mi socia, no nos dedicamos solo al negocio y trabajamos aparte. Entiendo que cuando tienes un negocio y comes de él pues es mucho más crítico pero no era nuestro caso. Afortunadamente en cuanto el 1 de junio volvimos a abrir las puertas, las novias regresaron enseguida.
Con la pandemia se ha apostado más por el comercio electrónico, ¿habéis notado ese cambio en ‘Loov Shoes’?
La verdad es que nuestro negocio siempre se ha caracterizado por la venta presencial porque se trata de un servicio personalizado y un producto de lujo. Sin embargo, cada vez nos escriben más clientas de fuera de Valencia. Esto nos ha impulsado a abrir una tienda online que, si no pasa nada, saldrá la semana que viene. Se trata de un calzado no personalizado pero atenderá las demandas de las novias. Será un calzado cómodo y con colores que se llevan mucho.
Las bodas acaban de volver a la Comunitat Valenciana, ¿puede hablarse ya de una reanimación del sector?
Sin dudad. Además está pasando algo que no había pasado nunca, hay novias que ven la luz y se casan en un mes o en dos. Eso lo estamos viendo muchísimo. Nuestros zapatos requieren un proceso de fabricación de seis semanas. Hay novias que se casan ya y no les puedo dar ese servicio, esto nos perjudica un poco al no poder dar respuesta a todas. Sin embargo, que el sector vuelva supone animar a otras novias a casarse más adelante.
¿Sientes que se están recortando gastos en estos eventos o las bodas han regresado con total normalidad?
La gente va más a lo esencial, hemos aprendido un poco a saber lo importante. Estas novias que organizan su boda en tan poco tiempo prescinden de cosas relacionadas con las fiestas. No he notado recortes a nivel de gastos sino a nivel de quedarse con lo más importante.
A día de hoy las bodas rondan alrededor de los 20.000 euros. Con la crisis, ¿qué consejos les darías a aquellos novios que buscan casarse sin gastar tanto?
Les diría que al final una boda es el enlace entre dos personas. Lo que importa es que se reúna la familia, algunas cosas quedan ya en segundo plano y no hace falta reunir a trescientas personas. Se están haciendo cada vez bodas más pequeñas, de cien personas aproximadamente y no pasa nada, las bodas se pueden celebrar igual. Es cuestión de elegir a nivel de precios lo que más se ajuste, no hace falta tanto extra.
Por último, ¿cuáles son los próximos proyectos de Cristina Veillard?
Me gustaría seguir creciendo en contenido de calidad. Quiero hacer cosas nuevas y útiles. Tengo un proyecto entre manos. Lo desvelaré en el mes de julio con el objetivo de que las novias cojan más inspiración que nunca. Me gustaría convertirme en un referente nacional del mundo nupcial.