La Audiencia de Valencia ya ha fijado la condena de los padres de Godella acusados de asesinar a sus dos hijos. La institución judicial ha fijado una condena de 50 años de prisión para el padre. A la madre de los pequeños, coautora de los crímenes, se le ha impuesto una medida de internamiento en un centro psiquiátrico.
A él se le ha declarado autor de dos delitos de asesinato con agravante de parentesco. Así, se le ha impuesto por cada uno de ellos 25 años de prisión, con un límite máximo de cumplimiento de 40 años. Así lo recoge el Código Penal, junto con la libertad vigilada durante 10 años. Sin embargo, la mujer ha sido absuelta de esos dos mismos delitos por la enfermedad mental que padece: esquizofrenia. Sin embargo, la sentencia le impone una medida de internamiento en un centro psiquiátrico máximo de 25 años por cada uno. Al igual que su marido, también con un cumplimiento máximo de 40 años y libertad vigilada durante diez.
De esta forma, el juez ha modificado la situación de la mujer, que se encontraba en prisión preventiva por estos hechos. Por ello, la acusada abandonará el Centro Penitenciario de Picassent. María será trasladada a la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica de Agudos del Hospital La Fe de Valencia. Allí será examinada para valorar su internamiento no voluntario en un centro, según recoge Europa Press.
La resolución establece que los dos progenitores deberán indemnizar conjunta y solidariamente con 300.000 euros a los abuelos paternos de los niños. También con la misma cuantía, 300.000 euros, a los abuelos por línea maternal.
Así se llevó a cabo el crimen de Godella
Gabriel Salvador C. A. y a María G. M. han sido acusados de asesinar a sus dos pequeños de 3 y 5 años en marzo de 2019. Las pruebas presentadas indican que cometieron el crimen impulsados por sus creencias místico-religiosas. Según recoge Europa Press, los acusados afirmaron estar convencidos de la existencia de una secta que les perseguía. En palabras de la pareja, este grupo abusaba sexualmente del niño. Por ello, los padres llegaban a realizar vigilias nocturnas para evitar ser atacados y que sus hijos fueran secuestrados.
El hombre impulsó a María, enferma de esquizofrenia y madre de las víctimas, ideas de la cultura maya y la salvación de las almas. Así, la noche del 13 de marzo de 2019 la pareja decidió que la única forma de proteger a los pequeños era someterlos a un «baño purificador». Acto seguido, les propinaron numerosos golpes hasta matarlos con la idea enviarlos “al más allá” para reencarnarse. Finalmente, la pareja se deshizo de los cuerpos enterrándoles en las proximidades de la vivienda en Godella.
Según recoge la sentencia del crimen de Godella, los hechos ocurrieron entre las 22 horas y las 4 horas. Estos se realizaron “de común acuerdo en ejecución de tal plan, hacienda y dejando hacer el uno al otro”. Sin embargo, la Audiencia ha señalado que en el momento del crimen la mujer sufrió un brote agudo de esquizofrenia. Por ello, la madre de los pequeños no contaba con las bases psicobiológicas de su imputabilidad (inteligencia y voluntad) durante el acto. Por esta razón no ingresará en la cárcel, pero sí que será internada en un centro psiquiátrico para su recuperación.