Las 5 cosas que solo entiendes después de vivir en Valencia
La Plaza de la Virgen de Valencia, uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad.

Vivir en Valencia es mucho más que disfrutar de su clima mediterráneo, sus playas o sus famosas Fallas. Es un proceso de inmersión en una cultura vibrante y en un estilo de vida que solo se comprende con el tiempo. Hay detalles que los turistas apenas rozan, pero que los residentes aprenden a valorar día tras día. El blog «For 91 Days», creado por viajeros que decidieron hacer de Valencia su hogar, ofrece una visión única de estas pequeñas grandes revelaciones que solo se descubren al vivir en la ciudad. Desde la personalidad de sus barrios hasta la magia de sus noches iluminadas, estas son algunas de esas experiencias que solo se entienden cuando Valencia deja de ser un destino y se convierte en casa. 

La importancia de los barrios

Valencia es una ciudad de barrios, cada uno con su propia identidad y encanto. Por ejemplo, el barrio de Cánovas, también conocido como Gran Vía, es destacado por «For 91 Days» como una zona vibrante, popular durante el día por sus restaurantes y por la noche por sus clubes.

Plaza de Cánovas de Valencia. / CARMEN CORONADO (FLICKR)

Los locales suelen referirse a esta área simplemente como «Cánovas», en honor a la plaza circular que sirve como su entrada no oficial. Este barrio está delimitado por el Turia y dos grandes avenidas: la Gran Vía Marqués del Turia y la Avenida Regne de Valencia. La cuadrícula de calles perfectamente lógica en Cánovas contrasta con el laberinto del casco antiguo, ofreciendo una experiencia urbana distinta que se aprecia con el tiempo.

La transformación urbana constante

Valencia es una ciudad en constante evolución. Proyectos recientes, como la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento y las renovaciones en la Plaza de la Reina y el entorno del Mercado Central, reflejan un compromiso continuo con la mejora de los espacios públicos. Los residentes son testigos de estos cambios y adaptaciones, comprendiendo la dinámica de una ciudad que busca equilibrar su rica historia con la modernidad.

El Mercado Central está cerca de su centenario, que se entremezcla con la historia de Valencia
El Mercado Central de Valencia es obra de los arquitectos Francesc Guàrdia, Alexandre Soler y Enrique Viedma Vidal. / Luis González (FLICKR)

La conexión con la ciudad

Los autores describen cómo, tras años de viajes constantes, Valencia se ha convertido en su hogar adoptivo. Incluso después de explorar numerosas ciudades alrededor del mundo, encontraron en Valencia un lugar al que siempre desean regresar, llegando al punto de adquirir un apartamento en la ciudad. Esta conexión profunda es algo que muchos residentes desarrollan con el tiempo, comprendiendo que Valencia ofrece una combinación única de cultura, clima y comunidad que es difícil de encontrar en otros lugares.

El centro de Valencia, uno de los epicentros de la delincuencia en la ciudad / Francisco José Colomer Pache (FLICKR)

La belleza nocturna de Valencia

La ciudad adquiere una magia especial durante la noche. «For 91 Days» destaca cómo, incluso al anochecer, Valencia se define por su luz. La «hora azul» justo después del atardecer es uno de los momentos favoritos, cuando el cielo adquiere un tono azul oscuro y las farolas iluminan los edificios con una cálida luz amarilla. Este es un aspecto de la ciudad que se aprecia más profundamente al vivir aquí, cuando las caminatas nocturnas se convierten en una rutina y se descubre la serenidad y belleza de Valencia bajo las estrellas. Consulta la ruta fotográfica elaborada por «For 91 Days» aquí.

La avenida del Puerto peatonalizará una parte para convertirse en un "paseo hacia el mar"
Atardecer de la avenida del Puerto de Valencia. / FOTO: Alfonso Beltrán.

Estos paseos, comentan, permiten apreciar la vida cotidiana de la ciudad, desde la arquitectura hasta la interacción de los residentes en las terrazas y plazas. Es una práctica que se convierte en un hábito entrañable para quienes viven en Valencia, ofreciendo una conexión íntima con el entorno urbano.

La despedida temporal

Para aquellos que han hecho de Valencia su hogar, incluso las despedidas temporales son significativas. Los autores relatan cómo, después de años de viajes, se han vuelto expertos en el «Baile de la Despedida». Sin embargo, dejar Valencia siempre tiene un matiz especial, ya que saben que es un «hasta pronto» y no un adiós definitivo. Esta sensación de pertenencia y la certeza de regresar es algo que muchos residentes experimentan, entendiendo que Valencia siempre tendrá un lugar especial en sus corazones.

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Varios turistas atraviesan el Puente de Serranos frente a las torres.

Estas experiencias y observaciones ofrecen una visión íntima de las sutilezas de la vida en Valencia. Son aspectos que solo se comprenden plenamente al vivir en la ciudad, permitiendo a los residentes apreciar las capas de historia, cultura y comunidad que hacen de Valencia un lugar verdaderamente especial.