Todos conocemos el mítico propósito de «este año haré más deporte», que se dice a día 1 y que se va posponiendo semanas y semanas. ¿Las razones? Falta de tiempo, falta de motivación, agujetas, falta de conocimientos… Siempre se encuentra alguna excusa para dejar de entrenar.
Para que ello no pase, el jefe de fisioterapia de IMSKE, Pablo Martínez, recomienda una serie de pautas a tener en cuenta para iniciarse en el mundo del deporte:
Conocer nuestras capacidades
«Es importante que tengamos conciencia de cuál es nuestra situación a la hora de empezar a hacer ejercicio», explica Martínez. Y es que factores como tu pasado deportivo, tu situación actual o tu objetivo a conseguir son fundamentales de cara a comenzar a hacer deporte. Tal y como ejemplifica el jefe de fisioterapia, mucha gente tiene como situación actual un exceso de peso y empiezan a correr directamente. Lo más recomendable, explica, sería comenzar con ejercicios como caminar o hacer bicicleta o elíptica ya que los impactos en las rodillas o en los tobillos al correr pueden ser lesivos.
Al fin y al cabo, correr es un deporte que consume muchas calorías, uno de los objetivos más buscados en Año Nuevo. Sin embargo, el experto aconseja ir sumando minutos de carrera progresivamente: «Yo diría media hora de caminar e ir sumando, de cada 5 min caminados, 2 de trote».
Una planificación en base a nuestros objetivos
Crear un plan adecuado junto a un profesional junto al que marcar unos objetivos y una hoja de ruta para alcanzarlos es fundamental para no perder la motivación. «Si nosotros vamos por libre, no tenemos experiencia en esa planificación y entonces podemos desmotivamos», advierte Martínez.
Además, el experto explica que es importante incorporar el entrenamiento de fuerza aunque nuestro objetivo último no sea este. Y es que, para jugar mejor al pádel, al fútbol o al deporte que queramos practicar, es necesario realizar un entrenamiento de fuerza que nos haga estar más estables, sentir más poderosos y tener un mayor éxito a la hora del rendimiento deportivo. «Una planificación junto a un profesional que conozca el deporte que queremos desarrollar después y conozca nuestra situación y nos planifique con lo que cree que es lo adecuado sería perfecto», afirma el jefe de fisioterapia.
Un buen calentamiento previo
No hay que olvidar una de las bases de cualquier deporte: el calentamiento previo. De hecho, para Pablo Martínez, aunque los estiramientos puedan ser interesantes, apostar por un calentamiento progresivo es esencial para preparar las articulaciones. Y más en los meses de frío. Por ejemplo, antes de una partida de tenis, es importante que la persona haya sudado durante el calentamiento para preparar la musculatura, pues con el frío el riesgo de lesión muscular es mucho mayor.
Visitar a un fisioterapeuta
«Una visita con un fisioterapeuta especializado en deporte físico y una pequeña prueba de esfuerzo para saber cómo está la persona con respecto a su salud cardiovascular puede ser interesante para ahorrarnos un buen susto», explica Pablo Martínez. De hecho, añade que, antes de aventurarse a practicar deporte habría que hacer una valoración funcional de la persona para conocer cómo están sus articulaciones, si tiene alguna dolencia o la ha tenido en el pasado y puede ser peligrosa. «Un chequeo inicial cuesta poco, es preventivo y puede ser un punto de base para que el profesional nos oriente», asegura.
Pero estas visitas no deben ser solo antes de comenzar a hacer deporte o cuando ya existe una molestia, sino que debe haber una periodicidad aunque no duela nada. Martínez hace hincapié en la prevención, «algo que tenemos olvidado», comenta, «porque cuando hay que prevenir no nos duele nada, entonces la gente olvida este proceso».
Aún así, el ejercicio, sin pasarse de dosis, es sano. Ya que, como indica el experto, la mayoría de los pacientes que llegan para chequear sus dolencias suele deberse más a no realizar ejercicio que a realizar un ejercicio inadecuado.