El centro de salud del barrio de La Coma, en Paterna, ha vuelto a interrumpir su actividad habitual después de un grave episodio violento registrado ayer. En esta ocasión, la suspensión afecta a la atención primaria, a las consultas programadas y a los servicios administrativos, que han quedado paralizados indefinidamente. La decisión se adoptó tras la agresión sufrida por dos médicas y una enfermera, a quienes una joven y su madre amenazaron de muerte dentro del propio ambulatorio.
Según fuentes internas del centro, la tensión vivida obligó a solicitar la intervención policial, que culminó con la detención de ambas mujeres. Las agresoras, además de lanzar amenazas, protagonizaron un incidente en el exterior al embestir con un coche a otro vehículo estacionado junto al edificio sanitario. Estos hechos han generado un profundo malestar entre la plantilla y han reavivado la preocupación por la seguridad en el barrio.
Sin fecha de reapertura
A primera hora de la mañana de hoy jueves, un cartel colocado en la entrada del centro comunicaba al vecindario el cierre temporal de los servicios de atención primaria. Mientras tanto, se ha reorganizado la asistencia para evitar que los pacientes queden desatendidos. Las urgencias domiciliarias, las visitas planificadas con antelación y las técnicas que debían realizarse en La Coma están siendo asumidas por el centro de salud del Clot.
Las únicas áreas que continúan funcionando con normalidad son las unidades de Salud Mental y Conductas Adictivas (UCA), que mantienen abiertas sus consultas dado su carácter especializado.

Aunque la intención es recuperar el servicio cuanto antes, no se descarta que el cierre se prolongue más allá de esta semana si no se garantiza un entorno seguro para el personal sanitario.











