Han pasado doce días desde que el centro de salud de La Coma cerrase sus puertas para denunciar las agresiones sufridas por parte del personal sanitario. Este lunes el ambulatorio del barrio de Paterna ha reabierto sus puertas aunque lo ha hecho con un alto nivel de seguridad.
La Policía Autonómica ha custodiado la puerta de entrada con dos agentes y otros dos miembros de la seguridad privada. Estos últimos se han encargado de cachear a los asistentes revisando además mochilas y bolsos.
Cabe recordar que en la agresión del pasado 9 de mayo, un médico fue agredido con arma blanca por parte de un paciente. Por ello, hoy todas las personas que han accedido al centro de salud de La Coma han tenido que hacerlo pasando primero por un detector de metales.
Además, el acceso al ambulatorio no ha sido libre. Para garantizar todavía más la seguridad, una administrativa situada en la puerta sólo permitía la entrada a quienes tenían cita previa y explicaban el motivo de su asistencia.
SERVICIO DE PEDIATRÍA SUSPENDIDO
Por otra parte, el centro de salud de La Coma todavía no ha operado al 100% de su actividad. El servicio de pediatría continúa cerrado indefinidamente puesto que no dispone de profesionales para ello. De los dos pediatras que atendían este área, uno se ha jubilado y otro ha solicitado el traslado. De momento se desconoce cuándo volverá a atenderse a los menores de edad y mientras tanto se les atiende en otros ambulatorios próximos.
En cuanto a los departamentos de enfermería y administración, estos se encuentran al 50%. El centro sanitario de La Coma dispone de cuatro enfermeras y dos personas administrativas, sin embargo, sólo se han incorporado dos profesionales de enfermería y una de administración.
Según se acordó en la reunión de coordinación mantenida por la directora general de Recursos Humanos de la Conselleria de Sanidad, Carmen López, el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, el director general de Interior, Salvador Almenar, la comisaria de la Unidad Adscrita, Marisol Conde, y técnicos de Sanitat, el operativo de seguridad se mantendrá de manera permanente hasta nueva orden.
Los profesionales sanitarios han denunciado las continuas «agresiones y amenazas» que sufren diariamente. Fue la agresión a un médico lo que propició que la mayoría de los sanitarios decidiesen solicitar la baja por ansiedad y estrés.
