Las campanas de Santa Catalina vuelven a repicar un siglo después coincidiendo con la festividad de la Virgen de los Desamparados. La mayor pesa casi 2.000 kilogramos y se llama «Santa Catalina». Un bronce de nueva fundición que ocupa el hueco principal del campanario que está alineado con la calle de la Paz, lugar donde inicialmente estuvo la campana mayor original hasta que fue fundida en los primeros años del siglo XX.
Junto con la campana mayor, Santa Catalina cuenta, a partir de ahora, con otras cinco campanas más que han sido restauradas en los talleres de campanas de Gabriel Rivera en Montehermoso (Cáceres). Este primer conjunto de seis bronces completa una parte del proyecto de recuperación de campanas inglesas de la torre de Santa Catalina.
La campana “Santa Catalina”, de nueva fundición, tiene un peso de 1.810 kg, con un diámetro de 146,5 cm. Es de estilo inglés, similar a la campana original, con el yugo de madera de estilo valenciano y badajo de forja. Cuenta con herrajes para el volteo manual y tiene un martillo de toque electrificado.
Y la campana “el Peret”, también de nueva manufactura, tiene 117 kg de peso del bronce y un diámetro de 55 cm. Estará instalada sobre las vigas de madera centrales del interior del cuerpo de campanas.
Junto a estas nuevas, figuran dos ya existentes, que ahora han sido restauradas: la campana San Eloy (“el Eloy”) y la campana “María de la Asunción”. Finalmente, se suman dos campanas donadas por el Arzobispado de Valencia en 2021. La campana Santa María o “Juliana Clara”, fundida en el año 1804. Ahora todas ellas vuelven a repicar en el centro de Valencia, a pocos metros del Micalet.