El camionero detenido en Valencia tras circular en sentido contrario por la A-3 hasta el centro de la ciudad, robó el vehículo antes de protagonizar la temeraria conducción que ha dejado cuatro heridos leves y numerosos daños materiales. El hombre, de 45 años y nacionalidad rumana, conducía bajo los efectos de alcohol y droga, motivo por el que no pudo alquilar el vehículo y robó el camión.
Al parecer, todo comenzó el un taller de Ribarroja sobre las 19:00 horas. Según ha adelantado el diario Las Provincias, el camionero acudió a uno de los talleres de ESP Solutions donde se encontraba el vehículo estacionado tras someterse a una reparación.
El personal del taller detectó el estado de embriaguez del conductor y se negó a entregarle las llaves del camión. El hombre se enfrentó a uno de los trabajadores tirándole al suelo, robó las llaves del vehículo y emprendió la huida por la A-3 hacia Valencia.
A la altura de Aldaia llegó el primer incidente. El camionero colisionó contra otro camión dejando a sus dos ocupantes heridos y prosiguió su marcha en dirección a la ciudad mientras conducía de forma temeraria y haciendo eses.
Fue entonces cuando el 112 CV comenzó a recibir llamadas de usuarios informando sobre la conducción de un camionero kamikaze. El segundo incidente no tardó en suceder y tuvo lugar en la entrada de Valencia, concretamente en el puente de Xirivella. Allí se estrelló contra otro coche del que resultaron heridas otras dos personas.
EL CONDUCTOR MULTIPLICABA POR SEIS LA TASA DE ALCOHOL EN SANGRE
El conductor tampoco paró y empezó a circular por el sentido contrario de la avenida del Cid hasta que atravesó la mediana y volvió al lado correcto de la vía mientras era perseguido por diversas patrullas de la Policía Nacional junto a refuerzos de la Policía Local y la Guardia Civil.
Durante la persecución, el camionero iba conduciendo mientras lanzaba objetos por la ventanilla, entre ellos, botellas de alcohol. Además, desde la entrada de la ciudad continuó conduciendo a gran velocidad chocando contra varios vehículos, algunos de ellos aparcados, llegando a perder una de las ruedas del camión y la tapa del motor ha quedado levantada.
Un coche camuflado de la Policía Nacional consiguió pararlo cuando estaba a punto de entrar en la Plaza de España. El conductor se negó a someterse a las pruebas de alcohol y drogas tras conducir de forma descontrolada. No obstante, iba sin camiseta y no paraba de reírse con síntomas evidentes de estar bebido.
Finalmente, se ha confirmado que el conductor dio positivo en las pruebas con una tasa de alcohol en sangre de 0,92 g/l cuando lo máximo permitido es de 0,15 g/l. Además, dio positivo en anfetaminas.
