La Fallera Mayor, Berta Peiro, ha destacado que «los valencianos afrontamos uno de los años más difíciles, aquí estamos porque la riada no se ha llevado nuestro amor por las fallas. Las comisiones son la fiesta, la llama que grita al cielo que ya estamos en fallas. Este año también llegará la primavera, no podíamos imaginar lo que íbamos a vivir en tiempos pasados, con casales abiertos 24 horas en medio de la oscuridad de la DANA».
Por su parte, la representante infantil, Lucía García, ha subrayado que «quisiera recordar a aquellas personas que han padecido los efectos de la DANA, especialmente a los niños y niñas. Quiero mandar un mensaje de esperanza. En las fallas todo es posible, con esperanza, germanor y amor por las fallas. Los falleros infantiles son la ilusión, el casal nos inspira y el futuro es nuestro. Las fallas son el reflejo de nuestro pueblo. Os invitamos a bailar danzas tradicionales y que la Geperudeta nos ampare. Deseo que sean las mejores fallas de nuestras vidas. Las fallas son vida, pasión y el sueño que nunca acaba, la fiesta más bonita del mundo».
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha resaltado en su discurso de la Crida que «en estas fallas abrimos nuestro corazón a los falleros que vienen de otros pueblos». Ha entregado las llaves de la ciudad, ha asegurado que «son de todos, llevan grabado un gracias por mostrar la grandeza del corazón de los valencianos tras la DANA. Unas llaves que también son Castellar-Oliveral, Forn d’Alcedo y la Torre, afectados por la DANA. Más que nunca somos el cap i casal. Estamos aquí para que nuestras embajadoras nos den unas palabras de una fiesta patrimonio de la humanidad. Nos llevarán muy alto a los falleros».