El vuelo OS434 de Austrian Airlines, que cubría la ruta entre Viena y Palma el pasado domingo 9 de junio por la tarde, se vio atrapado en una intensa tormenta eléctrica con granizo al pasar por la ciudad de Hartberg (Austria). Esta situación causó graves daños en la aeronave, especialmente en el morro y en la cabina de los pilotos.

El Airbus SE A320, con 23 años de antigüedad, volaba a unos 6.000 metros de altura cuando, alrededor de las cuatro de la tarde, se encontró con una fuerte tormenta eléctrica. El granizo, combinado con la tormenta, provocó cierta inquietud entre los pasajeros, según relataron ellos mismos en las redes sociales.

Al aterrizar pasadas las seis de la tarde, la tripulación, los pasajeros y el personal de emergencias y del aeropuerto de Viena se dieron cuenta de la gravedad del incidente. El impacto del granizo había arrancado parcialmente el morro del Airbus A320 y las ventanas frontales de la cabina de los pilotos, aunque llenas de impactos, no cedieron del todo.

Las imágenes tomadas desde el interior y el exterior del avión muestran claramente los considerables y visibles daños materiales. Afortunadamente, no hubo heridos. Sin embargo, el avión deberá ser revisado en el taller para comprobar si sufrió más daños internos y para reparar los desperfectos causados durante el vuelo de Palma a Viena.