La Junta de Gobierno Local aprobará este viernes el proyecto de la segunda supermanzana de Valencia, la del barrio de Orriols. Tras este paso, el objetivo del Ayuntamiento es iniciar la licitación de obras que tendrán un plazo de seis meses. Por ello, se calcula que el nuevo espacio viario de la ciudad esté acabado antes de acabar 2023.
La supermanzana del barrio de Orriols abarcará todo el ámbito incluido entre las calles Pare Viñas; Duc de Mandas; San Vicent de Paül y Reig Genovés. Además, integrará y conectará algunos espacios ya peatonalizados en el entorno del núcleo histórico tradicional de Orriols, así como el jardín de la Ermita y el CEIP Bartolomé Cossío.
Se trata de un espacio muy cercano al nuevo jardín de la ermita, que envuelve el núcleo histórico tradicional del barrio, y que actualmente presenta aceras estrechas y falta de vegetación en buena parte del ámbito. La actuación permitirá eliminar la frontera interior conectando el núcleo histórico del barrio y zonas verdes con todas las calles circundantes.
El proyecto aprobado supondrá una inversión de 2,4 millones de euros. De dicha cantidad, un total de 1,8 serán subvencionados por la Unión Europea en el marco de los fondos Next Generation.
La supermanzana de Orriols es el segundo proyecto de similares características que se desarrolla en la ciudad, tras la del barrio de La Petxina, ubicada en el cruce de las calles Palleter y Calixt III.
Así será la supermanzana de Orriols: 8.700 m2 peatonales
La nueva actuación supone la peatonalización de alrededor de 8.700 m2 en las calles Agustín Lara; Pare Viñas; Arquitecte Rodríguez e Historiador Chabret. Con ello se creará un espacio peatonal continuo que generará una malla de jardines y zonas de estancia.
Además de la repavimentación de estas cuatro calles, se prevé también introducir nuevo mobiliario urbano; alumbrado; así como nueva vegetación mediante la construcción de taludes vegetados con arbolado, parterres, jardineras y pequeñas praderas.
En cuanto a los pavimentos de las zonas de circulación, serán de hormigón prefabricado de distintos colores. Estos permitirán diferenciar las zonas y se integrarán en los pavimentos ya existentes en las zonas del núcleo histórico y el jardín de la ermita.
También se introducirá arbolado, hasta ahora inexistente, así como vegetación baja en parterres y taludes vegetales. A esto le acompañarán dos zonas de pradera en las calles Pare Viñas y Arquitecte Rodríguez. De hecho, estas zonas verdes funcionarán como sistemas de drenaje sostenible que recogerán parte del agua de lluvia para filtrarla al terreno natural. Así se mejorará la gestión del agua mediante el empleo de soluciones basadas en la naturaleza.
Accesibilidad para todas las personas
Tal como ha subrayado la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, el proyecto garantiza que «los recorridos peatonales sean accesibles en todo el ámbito». Para ello, se han estudiado las dimensiones de las zonas de circulación y se han eliminado los desniveles. Además, se ha tenido también en cuenta en la elección de mobiliario. En este contexto, la actuación más importante es la eliminación del desnivel y barrera de la calle Arquitecte Rodríguez.