La macromascletà vertical programada para hoy prometía y mucho, puesto que se trataba de un espectáculo pirotécnico 15 veces más potente que la mascletá del ayuntamiento, pero no ha dejado indiferente a ninguna de las miles y miles de personas que han asistido a la Marina para disfrutar del disparo.

Congregados desde bien entrada la tarde, gracias a la amplia oferta de conciertos y fiestas organizadas para la ocasión,  todos los asistentes han podido disfrutar del disparo de cerca de 1700 kg de pólvora que ha comenzado a las 20h y que ha sido totalmente visible, gracias a la zona de fuegos 180º dispuesta en los 170 metros paralelos a la dársena.

Muchas han sido las novedades que ha podido disfrutar el público, pero uno de los momentos más especiales y esperados ha sido el disparo del terremoto aéreo final, disparado desde la grúa especial que estaba suspendida a 20 metros de altura a través de la cuál han ido disparando los 5000 truenos en los que se ha consumido unos 600 kg de material pirotécnico, entre los que se ha podido vislumbrar el nombre y el emblema de las 382 fallas, que en ese momento se han sentido las más especiales.

Un espectáculo único, que ha hecho temblar a la ciudad de Valencia y a todos los asistentes, que ya esperan disfrutar el año que viene de una cita ya imprescindible en el calendario pirotécnico.

Marina Civera y Sara Larrazábal abren paso a la sátira y la crítica de las fallas