Centenares de vecinos de Alboraia han acudido a la desembocadura del barranco del Carraixet para conmemorar el ‘miracle dels peixets’. Cuenta la tradición que en 1348 un sacerdote llevaba las sagradas formas a un hombre moribundo de Almàssera. Al cruzar el barranco perdió las formas en el agua. Finalmente, en la desembocadura, vieron como tres peces se las dieron con la boca. Y desde entonces, los vecinos de la localidad celebran este hecho en la ermita del milagro.
Tanta es la fiesta ese el día en Alboraia, que la gente incluso baila y canta mientras espera a que sirvan la comida. El alcalde de la localidad, Miguel Chavarria y los clavarios encargados de la organización han participado en todo momento en los actos conmemorativos de esta fiesta tan tradicional.
Ahora Alboraia se prepara para conmemorar, de nuevo, el conocido como el ‘miracle dels peixets’.