Tan solo quedan cuatro días para que se celebre el sorteo de la Lotería de Navidad, y con media España expectante por conocer si su resultado le cambiará la vida, se anticipa, como cada año, un día lleno de ilusiones. Este año, además, el pellizco en caso de resultar premiado todavía será más gordo, así que las razones para celebrar son todavía mayores.
La razón: España cuenta con una nueva fiscalidad resultante de la aprobación de los últimos Presupuestos Generales del Estado del PP, en los que, entre otras cosas, se estableció que se elevaría el mínimo exento de impuestos de 2.500 a 10.000 euros para todos los premiados. Un mínimo que además aumentará gradualmente durante los dos próximos años, en los que pasará de 20.000 a 40.000 euros respectivamente.
Este año solo se pagarán impuestos por la parte del premio superior a los 10.000 euros. Es decir, los premios de Lotería de Navidad inferiores a esa cantidad se librarán de tributar. Por otra parte, si se resulta ganador de varios premios cuya suma supere los 10.000 euros, tampoco se tendría que tributar por ninguno de ellos si por sí solos no superan esta cantidad.
De este modo, los afortunados con el ‘Gordo’ en el sorteo de este año, en el que se pagarán 400.000 euros por décimo, pasarán a percibir 322.000 euros después de aplicárseles el 20% de retención correspondiente a los 390.000 euros de premio. En años anteriores, la base del 20% se aplicaba sobre 397.500 euros debido al mínimo exento menor, por lo que la tajada del Estado era ligeramente superior (79.500€ y el agraciado percibía menos dinero (320.500€).