El venenoso 'Dragón Azul' aparece en una playa valenciana: así es la extraña criatura que ha cerrado playas en Canarias
El dragón azul es una babosa marina que habita mar abierto en zonas templadas y tropicales.

La tranquilidad habitual de la playa de Canet d’en Berenguer se ha visto alterada esta semana tras el inusual hallazgo de un ‘dragón azul’, una criatura marina tan exótica como peligrosa.

Fue un vecino quien este lunes daba la voz de alarma al encontrar al animal en un charco cercano a las dunas, en los límites con la playa de Almardà. Gracias al teléfono móvil, el vecino pudo identificarlo como Glaucus atlanticus, nombre científico del conocido como ‘dragón azul’.

A partir de ahí, se activó el protocolo. Agentes de la Policía Local y socorristas acudieron al lugar para recogerlo con sumo cuidado y depositarlo en un recipiente seguro. A pesar de su tamaño diminuto, el dragón azul posee una picadura comparable a la de una medusa, e incluso más potente en algunos casos.

Aunque desde el Ayuntamiento de Canet apuntan a que no hay motivo de alarma y su playa continúa abierta, el consistorio ha advertido a los bañistas de cómo proceder. En el caso de ver otro ejemplar, debe notificarlo sin tocarlo, por muy atractiva que pueda parecer su peculiar forma o llamativos colores. Se cree que el temporal de los últimos días podría haber arrastrado al dragón azul hasta la costa valenciana.

¿Qué es el “dragón azul” y por qué preocupa su aparición?

El hallazgo en Canet no es un caso aislado. En otras playas españolas, como Famara (Lanzarote), la aparición de varios ejemplares ha obligado incluso a cerrar la playa al baño. Pero ¿qué es exactamente este animal? El dragón azul es un gasterópodo nudibranquio, es decir, una babosa marina que habita mar abierto en zonas templadas y tropicales.

 

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Aunque no supera los 4 centímetros de longitud, destaca por su aspecto fascinante: su cuerpo presenta tonalidades que van del azul eléctrico al plateado, con apéndices que simulan alas, de ahí su nombre.

Este animal flota boca abajo sobre la superficie del agua y se desplaza a la deriva. Su presencia en el litoral mediterráneo es muy inusual, pero los expertos indican que el cambio climático y el aumento de la temperatura del mar podrían estar alterando sus rutas habituales.

¿Por qué es venenoso?

El dragón azul no genera su propio veneno, sino que lo «roba» de los animales de los que se alimenta, principalmente medusas venenosas como la temida carabela portuguesa. Al consumirlas, es capaz de almacenar sus nematocistos —las células urticantes que usan para defenderse— y redistribuirlos por sus extremidades ramificadas.

Este mecanismo le permite utilizar esas toxinas con fines defensivos. En algunos casos, incluso logra concentrar el veneno en mayor proporción que la propia medusa original, convirtiéndolo en un enemigo potencialmente más peligroso.

¿Cuáles son los síntomas de una picadura del dragón azul?

Pese a que no es una especie agresiva y sólo ataca si se siente amenazada o manipulada, su picadura puede ser dolorosa. Los síntomas suelen ser similares a los de una medusa: escozor, picor, enrojecimiento e hinchazón. En personas sensibles, o con patologías previas como alergias, puede causar náuseas, vómitos o reacciones alérgicas graves.

También es importante destacar que incluso ejemplares muertos pueden representar un riesgo, ya que los nematocistos siguen activos durante horas o incluso días después de la muerte del animal.

Varios ejemplares de dragones azules.

¿Qué hacer si encuentras uno?

  • No tocar, ni siquiera con guantes. Su apariencia puede ser fascinante, pero el contacto directo implica un riesgo real.

  • Avisar a los socorristas o autoridades locales. Ellos sabrán cómo proceder para evitar incidentes.

  • Si pica, enjuagar la zona afectada con agua salada (nunca con agua dulce, ya que puede activar los nematocistos restantes). No frotar la herida y buscar atención médica, sobre todo si los síntomas empeoran.

¿Está relacionado con el cambio climático?

Varios expertos apuntan a que el calentamiento global está modificando la distribución de muchas especies marinas. En el caso del dragón azul, que solía avistarse sobre todo en aguas australianas, sudafricanas o tropicales, su presencia en la costa mediterránea es un fenómeno relativamente nuevo. El primer avistamiento documentado en España fue en 2021, en Alicante.

Los episodios de temporales, corrientes cálidas o cambios en la salinidad del agua podrían explicar su llegada a costas como la de Canet, aunque todavía se están estudiando estos desplazamientos.