La industria pirotécnica valenciana evoluciona constantemente, adaptándose a las nuevas tendencias y demandas del público. Con la llegada de marzo, los estantes de las tiendas especializadas se vacían rápidamente, reflejando el entusiasmo de los aficionados por descubrir las últimas novedades en el sector del petardo.
Este año, la batalla por el título del ‘petardo de moda’ está más reñida que nunca. El popular ‘moco de dragón’, que conquistó a los consumidores el año pasado, sigue siendo una opción destacada, aunque enfrenta una fuerte competencia con el innovador ‘3T Dron’.
Los efectos visuales son los más demandados por el público valenciano, y el ‘3T Dron’ es una clara muestra de ello. Este artificio, equipado con hélices que generan un torbellino aéreo ascendente, culmina con una detonación final de chispas. Debido a su diseño, su uso está restringido a espacios al aire libre y requiere una distancia de seguridad de al menos ocho metros. Además, solo puede ser utilizado por personas mayores de 16 años.
Por otro lado, el ‘moco de dragón’ sigue despertando gran interés. Este petardo, que se hizo viral en años anteriores, destaca por su doble efecto visual y la ausencia de detonación. Su mecanismo consiste en una mecha de larga duración que, tras activarse, expulsa una llamarada de fuego a través de la boca de la figura, seguida de una sustancia que simula mucosidad emergiendo de los orificios nasales. Su diseño, a cargo del artista fallero Paco Camallonga, ha contribuido a su éxito entre los consumidores.
La seguridad por encima de todo
Desde el sector pirotécnico insisten en la importancia del uso responsable de estos productos, recordando que no se trata de simples juguetes, sino de artículos con un riesgo intrínseco.
La Guardia Civil está llevando a cabo inspecciones en los comercios de venta de petardos. Según el capitán Antonio Díaz, cada año se revisan más de cien establecimientos en València y toda su provincia, detectándose infracciones relacionadas con el exceso de almacenamiento y etiquetados incorrectos. Además, las tiendas especializadas realizan campañas de formación para su personal, asegurando que la venta se realice de acuerdo con la legislación vigente.
La normativa actual clasifica estos artículos en diferentes categorías: los F1, como las bombetas, solo pueden venderse a mayores de 12 años; los F2, como los ‘chinos’, a partir de los 16; y los F3, con una carga explosiva mayor, están restringidos a adultos. Para evitar problemas legales y garantizar la seguridad de los consumidores, los establecimientos especializados verifican la edad de los compradores antes de cada venta.
Con cada nueva temporada fallera, la pirotecnia valenciana sigue innovando y sorprendiendo a su público, ofreciendo espectáculos visuales únicos y reforzando su compromiso con la seguridad y la tradición.
