La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha anunciado una nueva estrategia para la reforma de la Plaza del Ayuntamiento, adaptándola a las recientes prioridades presupuestarias y urbanísticas de la ciudad.
Este cambio de rumbo responde, en gran parte, a los efectos de la DANA, que ha afectado gravemente a pedanías como Castellar-l’Oliveral, La Torre y Horno de Alcedo. La necesidad de atender a estas zonas ha llevado al Ayuntamiento a replantear sus proyectos más emblemáticos, incluida esta intervención clave en el corazón de la ciudad.
Catalá ha destacado que el objetivo principal es llevar a cabo una remodelación «más ligera y menos costosa» que, a pesar de su austeridad, mantenga el carácter emblemático de la plaza. Para lograr esto, el equipo municipal está en negociaciones con el arquitecto Miguel del Rey, ganador del concurso público convocado por la anterior administración, para ajustar el proyecto inicial a las nuevas circunstancias económicas y sociales.
Un diseño funcional con guiño a Goerlich
El diseño original se distinguía por priorizar elementos sostenibles, como la incorporación de árboles de hojas caducas y espacios de sombra, además de una fuente remodelada para mejorar la experiencia de los ciudadanos.
También se consideró mantener la funcionalidad de la plaza para eventos icónicos como las mascletaes de Fallas. Sin embargo, el elevado coste, que llegó a superar los 18 millones de euros según las últimas estimaciones, ha llevado a plantear un enfoque más racional.
Catalá ha subrayado que esta reconfiguración no comprometerá la esencia de la plaza, considerada un símbolo de la vida pública valenciana. No obstante, algunos elementos históricos que se barajaron inicialmente, como la recuperación integral de la obra de Javier Goerlich, se limitarán a un gesto simbólico.
«Estamos trabajando con la Fundación Goerlich para recuperar testimonios históricos, pero se tratará de un guiño en un contexto que mira hacia el futuro», afirmó la alcaldesa.
La gestión de prioridades tras un año complejo
La reforma de la plaza se enmarca en un primer año de legislatura marcado por desafíos para el equipo de gobierno. A los efectos de la DANA se suman incidentes previos como el incendio de una finca en Campanar y la riada de octubre, que han reconfigurado las prioridades de inversión del consistorio.
Con este panorama, el Ayuntamiento trabaja en una hoja de ruta revisada que busca equilibrar las necesidades de recuperación en las áreas afectadas y el desarrollo urbano sostenible en el centro histórico. «Queremos que la plaza siga siendo un lugar emblemático, pero debemos hacerlo con responsabilidad presupuestaria», declaró Catalá.
Aunque aún no se han concretado detalles finales sobre el presupuesto definitivo ni sobre los plazos de ejecución, la voluntad del equipo municipal es avanzar hacia una intervención que armonice funcionalidad, sostenibilidad y respeto por el patrimonio. Catalá ha asegurado que la intención es encontrar un término medio con el equipo de Miguel del Rey para definir una propuesta viable, acorde con las limitaciones actuales.