La localidad valenciana de Aldaia, gravemente afectada por el reciente paso de la DANA, enfrenta una nueva alerta meteorológica que podría agravar la situación. Su alcalde, Guillermo Luján, ha expresado su preocupación por la falta de infraestructura de protección tras la destrucción de compuertas y sistemas de canalización en el temporal anterior, el cual ha calificado como una “DANA-tsunami” debido a su intensidad, diez veces mayor que la de 2022.
Ahora el municipio se prepara para el episodio de lluvias previsto a partir de este miércoles con la colocación de sacos de arena en la zona de su estación de ferrocarril, paralela al barranco de la Saleta, que se desbordó hace dos semanas.
«La situación es crítica. Las compuertas y túneles que solían protegernos están destrozados, y la limpieza de alcantarillas está retrasada. Si no se actúa rápidamente, podríamos sufrir nuevas inundaciones, especialmente por la amenaza de otra DANA», explicó Luján, destacando la urgencia de apoyo externo.
En una reciente reunión con la Diputación, el alcalde solicitó priorizar la limpieza de las alcantarillas de Aldaia para evitar obstrucciones que podrían amplificar las inundaciones. “Es necesaria maquinaria de toda España. Nos enfrentamos a un problema que requiere ayuda a nivel nacional”, reclamó.
Campaña «Apadrina un Comercio»
A pesar de los retos, la solidaridad ha sido un rayo de esperanza en Aldaia. Luján destacó la respuesta ciudadana y el apoyo de entidades y voluntarios de otras localidades. También mencionó la plataforma ‘Apadrina un Comercio’, lanzada para ayudar al pequeño comercio, uno de los sectores más golpeados: “El comercio local lo está pasando muy mal. Sin el apoyo necesario, muchos de estos negocios no sobrevivirán, y su impacto en la economía local sería devastador”, añadió el alcalde.
Luján hace un llamamiento para mejorar la comunicación ante futuras catástrofes. Recordó que el 29 de octubre a las 18:40 se disponía de datos que anticipaban la magnitud del temporal, pero el municipio no fue advertido, lo que impidió tomar medidas preventivas para evitar posibles daños personales. “Necesitamos estar informados a tiempo. Si hubiéramos sabido que se acercaba un temporal de esta magnitud, habríamos podido salvar vidas”, indica.
Sacos de arena para combatir la nueva DANA
Sin la protección habitual, Aldaia recurre a sacos de arena, que entre este martes y el miércoles se colocarán en las cercanías del barranco para canalizar el agua. «El problema es que la inundación puede reflotar todo lo que hay dentro del alcantarillado, lodo y fango, y provocar un problema de salud pública. La primera acción es intentar protegernos y evitar que las alcantarillas propicien un problema de salud pública que ahora sería terrible», ha explicado Guillermo Luján a EFE.
La previsión en estos momentos se sitúa en alrededor de 200 litros por metro cuadrado en 60 horas: «Estamos con incertidumbre, mucha preocupación, y lo que pedimos y suplicamos es que la gestión de la información sea lo más precisa y rigurosa posible», apunta Luján. El alcalde denuncia que el pasado 29 de octubre no le llegó la información sobre el caudal del barranco. «Si esa información hubiese llegado habríamos impedido algún daño personal», se lamenta el alcalde, que añade que los daños materiales en el municipio eran inevitables.
Esta mañana, catorce días después de la DANA, cuadrillas de la Policía Nacional han llevado a cabo tareas de limpieza y retirada de enseres en los alrededores del barranco, y han recibido el aplauso de algunos vecinos asomados a los balcones.Ante la previsión de la nueva DANA, el alcalde de Aldaia ha vuelto a pedir que se desvíe el barranco de la Saleta, una reivindicación histórica de los ediles de la localidad, «imprescindible para evitar que llegue al caso urbano» y prevenir unas inundaciones que son habituales en Aldaia.