Vicente Mompó es licenciado en Ciencias Físicas y del Deporte. Alcalde desde 2011 de su localidad natal, Gavarda, y también el actual presidente provincial del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, un cargo que desempeña desde 2021.
El pasado mes de julio se convertía en el nuevo presidente de la Diputación de Valencia tras una trabajaba negociación con Ens Uneix y gracias a un resultado electoral que permitió el vuelco en una institución dominada por los socialistas.
Desde que llegó al cargo se marcó como reto volver a situar la Diputación de Valencia en el sitio que se merece y que sea también un lugar de reivindicación de nuestra cultura y de nuestras ideas e identidad. Ahora, cuatro meses después de llegar al cargo, prepara sus primeros presupuestos que, según él, deben ser realistas y ajustados a las necesidades de los municipios.
Las negociaciones para configurar la nueva Diputación de Valencia fueron duras y hasta el mismo pleno no sabía si saldría elegido presidente. ¿Cómo fue el momento?
Al final, más que duras, es que dependían de un voto. Nosotros nos reunimos enseguida, hablamos con Ens Uneix porque dependíamos de ellos para poder gobernar la institución. Lo que hicimos fue desplazamos a Ontinyent, no para conocernos porque ya nos conocíamos. Teníamos la ventaja de que al final siendo de La Ribera, conociendo ya a Jorge y hablando la misma lengua, y no me refiero en este caso al valenciano sino que hablábamos de municipalismo, conocíamos los pueblos, sabíamos cuáles eran los problemas de los de los municipios pequeños y de nuestras comarcas que no están en el área metropolitana.
La verdad es que fue relativamente fácil al principio. Yo creo que fui de los pocos que creía desde el principio que podía ser, que me creía lo que lo que estaba viendo, pero la verdad es que cuando me senté con ellos ya terminé de creérmelo y al final no solo me lo creí sino que además salimos todos cumplimos con nuestras promesas y al final pudo ser.
¿Y cómo están siendo las relaciones con sus socios de la corporación?
Somos gobierno. Cada diputado lleva su área y yo como presidente intento que entre todos llevemos la institución al lugar que se merece y no solo porque se merece estar en un lugar que creemos que últimamente no estaba, sino porque desde ese lugar es desde donde se puede ayudar a los municipios y especialmente a los más pequeños.
¿Cómo se encuentra cuando llega a la Diputación de Valencia y cuál es el diagnóstico que hace?
Al principio, como todo, cuando llegas lo que intentas es hacer una radiografía exacta de lo que es, de lo que hay allí. Es verdad que en este caso yo mismo había estado cuatro años en la oposición de la situación aunque la realidad también es que no tiene nada que ver cuando estás en la oposición, de cuando estás ya en el gobierno.
Contentos porque la gente de la casa es entrañable. La verdad es que se han volcado desde el principio y contentos también de estar visitando la provincia y ver a la gente feliz. Igual es una parte muy romántica pero al final como políticos lo que también intentamos es facilitar las cosas. Molestar poco, eso también me gusta decirlo y a veces no molestando ya ayudamos. Lo que vemos es que había ganas de cambio, la gente está feliz e intentando darnos a conocer a los pocos pueblos ya que no nos conocían y ahora lo que estamos haciendo desde la institución es ayudar a todos los municipios y ponernos a su disposición.
He leído que le gusta mucho visitar los municipios porque usted ha sido alcalde muchos años y sabe de esa cercanía, de esa proximidad. ¿Prefiere visitar usted ese municipio a que vaya ese alcalde a la Diputación?
Sí, la verdad es que sí. Como alcalde lo que he criticado muchas veces es que se toman decisiones desde los despachos y no porque esté mal tomarla delante de los despachos, sino lo que nos referimos muchas veces los alcaldes con esta afirmación es que se toman decisiones sin conocer el territorio. No es lo mismo tomar una decisión para un pueblo que para otro. Yo lo que digo es que a la hora de defender una moción, a la hora de tomar una decisión, a la hora de plantear un programa, es mucho más fácil si conoces la realidad del territorio, si conoces la realidad que muchas veces también te trasladan los mismos alcaldes, los mismos vecinos del municipio. Desde el territorio es mucho más fácil entender la problemática y actuar para resolverlo.
Nosotros lo que queríamos es que la Diputación de Valencia, que por supuesto es la casa de todos ayuntamientos y pueden venir todos los alcaldes, es que fuese la Diputación la que se acercase a los a los pueblos, a los municipios.
Y sin color político, al final cuando entras en un ayuntamiento no gobiernas para los que te han votado porque el Ayuntamiento está por encima de todo. Pues en la Diputación pasa lo mismo, en la Diputación hay alcaldes de Partido Socialista, de Compromís, de VOX, de ‘Ens Uneix’, del Partido Popular y todos tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones. Evidentemente yo como militante del Partido Popular y como presidente provincial tengo mis ideales pero como presión de la Diputación estoy para ayudar a todos los municipios.
La Diputación de Valencia en esa función que tiene de cuidar a los municipios ya ha anunciado el impulso de una línea de ayuda para la recuperación del patrimonio con 10 millones de euros.
El patrimonio es nuestro pasado también y es lo nuestro. Al final es una línea que había desaparecido estos últimos años y lo que consideramos desde la institución es que teníamos que apostar por recuperar todas estas infraestructuras. Lo que nos estamos encontrando es un patrimonio que muchas veces sirve para fomentar el turismo de interior y fomentar economía evitando que haya despoblación.
Al final si no tiene nada que ofrecer, si no tienen en un buen estado todo ese patrimonio es difícilmente vendible para ofrecer una oferta al visitante que decide voluntariamente visitar la provincia Valencia. Entonces, desde la Diputación lo que consideramos es que es necesario y urgente apostar por esa línea.
Está ya trabajando en los primeros presupuestos. Decía que tienen que ser unos presupuestos realistas y abiertos a las necesidades de los municipios. ¿En qué fase están y qué pretenden con estos presupuestos?
Siempre me han enseñado que tenemos que gastar lo que tenemos y lo primero es tener unos presupuestos realistas. No tenemos que vender humo, no tenemos que hacer creer lo que lo que no es y tenemos que afrontar la realidad. En este caso estamos hablando ya con todos los grupos de la Diputación, estamos presentando los presupuestos para que ellos hagan propuestas o para que puedan aportar sus ideas o su experiencia a los presupuestos de la Diputación.
Lo que queremos es que esos presupuestos sirvan y sean útiles para nuestros municipios. Para que lleguen inversiones a nuestros municipios y para que puedan ejecutar. La Diputación no tiene únicamente que dedicarse a enviar dinero, sino también ayudarles a ejecutar esas inversiones que les enviamos.
Además, queremos crear un proyecto de provincia que creemos que es muy necesario. Hemos vivido unos años donde prácticamente la Diputación se dedicaba a enviar dinero a los municipios, pero creemos también que es una institución que puede servir para reivindicar, para defender lo nuestro y para crear un proyecto de provincia que nos una a todos y que pueda darle más valor, si cabe, a todos nuestros municipios.