La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Esta se ha convertido en un elemento central en la lucha contra la delincuencia gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y patrones de comportamiento, pero también para nuestro día a día, aunque, por desgracia, también puede emplearse para todo lo contrario.
De esta manera, al igual que se pueden generar imágenes hiperrealistas y se pueden editar para conseguir un mejor resultado, se pueden editar imágenes con fines poco éticos. Así, y con esta base, un grupo de jóvenes de Almendralejo en Badajoz han editado fotos de una treintena de compañeras menores con un objetivo, desnudarlas.
Pero ¿cómo funciona esta aplicación?
La respuesta es sencilla: tan fácil que un niño podría emplearla. Y es que aquí reside uno de los principales problemas de la IA y es en su facilidad de uso. Con tan solo dos clicks cualquier persona, también un menor, puede descargar alguna de las diversas aplicaciones que existen con el fin del desnudo como son »ClothesOff» o »NudeApp». Una vez en ellas, tan solo una foto normal es necesaria para que la tecnología procese el cambio.
Eso sí, todas estas aplicaciones implican un pago. Un dinero virtual que podemos conseguir con un pago ordinario, con invitaciones a otros o esperando entre 24 y 72 horas por lo que no es necesario contar con una tarjeta de crédito ni ningún tipo de identificación para poder proceder a su uso.
Una vez aprobado todo, la app no distingue entre hombres y mujeres y genera el cuerpo desnudo de manera realista ambos cuerpos. Da igual la pose o la foto, eso si, no funciona ni con fotos grupales ni con abrigos. Además, la aplicación avisa, de manera tímida, que ellos no se hacen responsables de su uso.
Esta realidad, que puede llegar a ser percibida como un juego atenta contra la privacidad de las personas y contra su imagen. Algo que, debemos tener en cuenta a la hora de querer »jugar» con estas apps.