Hace ya casi un año, concretamente en noviembre de 2022, las islas italianas de Sicilia y Cerdeña detectaron el primer caso de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), también conocida como el ‘covid de las vacas’.
Desde entonces los casos se han ido extendiendo muy progresivamente y ahora la enfermedad está en la Comunitat Valenciana, concretamente en Castellón. Por el momento se han contabilizado tres cérvidos afectados en el Valle de Ayora; un cérvido y dos explotaciones de bovino en el Baix Maestrat; y dos explotaciones de bovino en Els Ports.
La Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca ha aplicado acciones preventivas. Además, ha reforzado las medidas de actuación, vigilancia y control del Plan Anual Zoosanitario. El objetivo es reducir la aparición de nuevos casos y proteger la ganadería valenciana.
El conseller José Luis Aguirre ya se ha puesto en contacto con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a través de una carta conjunta junto a Castilla y León, Extremadura y Aragón.
En ella le insta a convocar una reunión urgente con el fin de solucionar la expansión de la EHE y traslada la preocupación existente en el sector ganadero. «La ganadería es un sector esencial y estratégico, que resulta una fuente de dinamismo y desarrollo del mundo rural», ha señalado Aguirre.
¿QUÉ ES EL COVID DE LAS VACAS Y CÓMO AFECTA A LAS PERSONAS?
La EHE se llama covid de las vacas por los problemas respiratorios que genera en los animales, unido a la velocidad de sus contagios. La enfermedad se transmite por vectores (mosquitos culicoides) y afecta principalmente a rumiantes domésticos y salvajes.
Los ciervos, las vacas, gamos y corzos son los animales más afectados pero esta no se transmite a los humanos. Su contagio tampoco repercute en la calidad de la carne pero su contagio obliga a tomar medidas de protección para evitar afectar a más animales.
Si un animal contrae el covid de las vacas implica que el ganadero no pueda movilizar a sus animales en 150 kilómetros a la redonda. Tampoco se puede desplazar a espacios libres de la enfermedad de España ni a otros países de la Unión Europea salvo que el animal vaya al matadero.
Los síntomas que pueden presentar los animales son fiebre, pérdida de apetito, secreción nasal u ocular, salivación, dificultad respiratoria, descamación en boca y nariz o cojera, entre otros. Por el momento no existe un tratamiento contra la enfermedad.