Detectan el primer gato infectado por coronavirus en España
Un hombre en compañía de su gato durante la pandemia . / FOTO: MANAN VATSYAYANA - Getty Images.

Fue a primeros de marzo cuando se anunció el primer caso de perro con coronavirus. Ahora, dos meses después el Covid-19 también ha llegado a la comunidad felina. España ha detectado el primer gato infectado con el virus siendo ya el sexto caso del mundo.

Los investigadores del Centre de Recerca en Sanitat Animal (Cresa) han sido los responsables de este descubrimiento. El animal ingresó en un hospital veterinario de Cataluña. Este presentaba problemas respiratorios y una temperatura rectal de 38,2 grados. Además, la analítica mostró un nivel muy bajo de plaquetas y sufrió una insuficiencia cardiaca. Finalmente sacrificaron al felino con la denominada «eutanasia humanitaria».

Fue entonces cuando el gato se derivó al Cresa para ser estudiado por los expertos y practicarle la autopsia. En ella se detectó material genético del nuevo coronavirus en muestras extraídas de la nariz y del nódulo linfático mesentérico. Sin embargo, la carga vírica era baja.

Además, el animal venía de una familia que había estado afectada por el coronavirus, hecho que levantó las alarmas. «La cadena de transmisión del virus se produce de las personas a los gatos y estos son las víctimas colaterales de la enfermedad en los humanos», ha señalado el investigador Joaquim Segalés.

¿LOS ANIMALES PUEDEN CONTAGIAR EL CORONAVIRUS?

La respuesta de los expertos es que no. Segalés ha recordado que la vía de transmisión predominante es de humano a humano. Por tanto, la capacidad de los gatos de transmitir la enfermedad es «negligible, es decir, no juegan un papel significativo en la epidemiología».

Desde Cresa han advertido que debido a la extensión de la pandemia entre humanos ahora las mascotas que estén en contacto con contagiados podrían infectarse más. Además, los gatos son de las especies más sensibles al virus.

También se recuerda que la sintomatología de Covid-19 en los animales todavía no es clara. Suelen presentar fiebre, tos, dificultad respiratoria, estornudos o diarrea o letargia. Aunque los casos son mínimos se recomienda contactar con los veterinarios ante la mínima sospecha.