2023 aún no ha llegado a su ecuador y en la Comunitat Valenciana ya han ardido más de 50.000 hectáreas de superficie según el boletín informativo de prevención de incendios forestales Espurna. El Consorcio de Bomberos de Valencia, por su parte, ha situado al pasado mes de marzo como el peor de los últimos diez años.
Una preocupante situación que se agrava con la intensa sequía y las altas temperaturas actuales. El president de la Generalitat y candidato a la reelección por el PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha realizado un balance de los incendios que se han dado lugar en este año.
En una entrevista concedida a 7 Televalencia, el jefe del Ejecutivo valenciano indica que «los incendios en la Comunitat Valenciana se han intensificado de una manera grande. Pero ha habido más capacidad de respuesta que nunca». «En estos momentos estaremos ya cerca de los dos mil incendios que se han producido desde principios de año. Esto es una barbaridad. Afortunadamente, casi todos quedan extinguidos rápidamente», se lamenta.
Cambio climático y abandono de campos, los responsables
El president ha recalcado que los incendios se generan por una serie de problemas que se deben atajar. «Por una parte, está el cambio climático con una alarmante falta de humedad en nuestros bosques. Por otra, la despoblación, que ha hecho que los bosques no estén humanizados y muchos de los campos estén abandonados generando una gran cantidad de combustible para el fuego», explica.
Con el fin de prevenir este tipo de situaciones, el también candidato socialista a la presidencia incide en la necesidad de revertir la situación de abandono de los campos. «La vía es intentar una alianza efectiva entre agricultores y la lucha contra incendios. Tenemos que incentivar un mayor uso agrícola de los campos que estén cerca de los bosques», concluye.