Degustar una rica gastronomía, pasear por extensos parajes naturales, viajar 2.500 años en el tiempo para conocer el lagar de vino más antiguo de Europa o visitar algunas de las bodegas que componen la Ruta del Vino de Utiel-Requena, puede ser una elección perfecta para un viaje idílico.

A tan solo 40 minutos de Valencia se ubica una de las rutas enológicas más turísticas de la Comunitat. Con más de 40.000 hectáreas dedicadas a los viñedos se encuentra la Ruta del Vino de Requena-Utiel. Este destino abarca las diez localidades con mayor dedicación al vino más antiguo de Europa: Camporrobles, Caudete de las Fuentes, Chera, Fuenterrobles, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Utiel, Venta del Moro y Villagordo de Cabriel.

En esta ruta hay más de 2.500 años de historia ligada al vino. Utiel-Requena es una región, mayoritariamente, de vinos tintos y rosados, obtenidos de las variedades tintas. Con 17 bodegas visitables, la Ruta acerca a los turistas y viajeros la realidad del vino: los viñedos, las variedades de uvas, el proceso de fermentación, maduración, embotellado, etc.

Son muy diversas las actividades que se pueden hacer en ellas, desde las catas y maridajes, hasta la participación en vendimias o paseos en globo para ver los viñedos desde lo alto del cielo.

PATRIMONIO NATURAL

Rodeada de espacios con gran valor medioambiental y paisajístico, esta ruta está llena de lugares por descubrir. El Parque Natural de las Hoces de Cabriel es uno de los sitios más emblemáticos del lugar. Tiene como vertebrador el cauce del río Cabriel, marca la frontera entre la Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha. Es uno de los referentes del turismo activo de la Comunitat, en donde se puede practicar senderismo, puenting o rafting.

Una de las actividades de La Ruta del Vino

Otro patrimonio que se encuentra es el Parque Natural de Sot de Chera que destaca por su gran geodiversidad, declarado el primer Parque Geológico de la Comunitat. Posee altas cumbres de hasta 1.100 metros de altitud y numerosos senderos para realizar excursiones por la montaña.

Esta gran riqueza natural está acompañada también de un valioso patrimonio cultural ligado al vino. En los yacimientos visitables del Molón, Kelin o Las Pilillas, además de disfrutar de unas espectaculares vistas, los visitantes podrán conocer los testimonios de cómo se practicaba la viticultura ya desde los siglos V y VI a.C.

Otro de los testimonios del vino se encuentra en la bella villa de Requena. Visitando su Casco Antiguo, se puede acceder a las famosas Cuevas de la Villa. Son unos laberintos subterráneos que recorren todo el subsuelo del Barrio de la Villa. Datan de la Edad Media y durante su historia han sido usados como bodegas (de las que todavía se conservan varias tinajas), como refugios, viviendas, almacén de cereales y como osarios.

Bodega Redonda, sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Utiel-Requena.

En Utiel es de visita obligada la Bodega Redonda, sede del Consejo Regulador de Utiel-Requena. Es un edifico original de 1891 diseñado por un ingeniero, discípulo de Gustave Eiffel. Se trata de una arquitectura peculiar que vale la pena conocer de cerca.

VINO Y GASTRONOMÍA, EL TÁNDEM PERFECTO

La oferta turística de esta ruta ofrece una amplia propuesta gastronómica. Debido a la ubicación de la comarca y a su clima de interior, la gastronomía está compuesta por platos suculentos. El aceite de oliva es uno de los productos estrella en todas sus recetas culinarias.

Algunos de los productos más destacados de toda su gastronomía son sus embutidos. Longanizas, salchichones, sobrasadas, perro, orza o morcilla de cebolla son algunos de los productos tutelados por las dos marcas de calidad que atestiguan su gran valor: el Consejo Regulador de embutido de Requena y la Marca de Calidad Utiel Gastronómica.

Productos de degustación ofrecidos en una visita guiada por las Bodegas Vegalfaro.

Los dulces también tienen su protagonismo en esta zona. La miel es clave para la realización de estos. Entre los más destacados encontramos el alajú -de origen árabe- y los burruecos, los turroncillos, los pastelitos de boniato, las empanadillas y las tortas de manteca.

UN VIAJE A LOS ORÍGENES DEL VINO

Adaptada a las necesidades de cada turista, la Ruta oferta productos que encajan con todo el mundo. Cuenta con opciones de turismo activo hasta la posibilidad de pasar un fin de semana tranquilo degustando los mejores restaurantes.

Saborear un buen vino, probar su embutido, descansar en hoteles con encanto o en alojamientos rurales cerca de la naturaleza, permiten al usuario vivir una experiencia inolvidable.

En su web, se pueden realizar reservas de entre los diversos paquetes que se ofertan. Si se prefiere, la Ruta puede diseñar a su medida el viaje que el turista desee.