Antes de que acabe 2023 la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) se habrá habilitado en Valencia y los vehículos más contaminantes no podrán entrar a ciertos barrios de la ciudad. Esta ZBE se dividirá en 5 grandes áreas y contará con 274 cámaras para controlar la entrada y salida de los coches en 93 puntos de control en calles y plazas aún por determinar.
Esta medida viene marcada por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Por dicha ley se ven influenciados todos los municipios de más de 50.000 habitantes. Sin embargo, cada Ayuntamiento puede decidir la superficie de las zonas y los requisitos.
Así, los coches, motocicletas, camiones y furgonetas que no cumplan los requisitos no podrán entrar a esta ZBE. La autorización dependerá de las cuatro etiquetas ecológicas designadas por la Dirección General de Tráfico: emisiones ‘0’ para vehículos eléctricos de batería; ‘ECO’ para motores de gas; ‘C’ para matriculados a partir de 2006; y ‘B’ para motores de gasolina matriculados a partir de enero de 2001.
El último recuento en el parque móvil de Valencia se cifraba en 354.143 turismos, mientras que 45.000 unidades siguen sin etiqueta y están en riesgo de no poder circular en estas zonas.
¿Qué áreas formarán la Zona de Bajas Emisiones en Valencia?
La zona de bajas emisiones estará dividida en cinco grandes áreas:
- Área Norte 1 (AN1): viene delimitada por el antiguo cauce del río Turia (marginal izquierda), la Ronda Norte y el litoral marítimo, sin incluir el recinto de la Universidad Politécnica de Valencia.
- Área Norte 2 (AN2): se incluye aquí la UPV.
- Área Centro (AC): desde el antiguo cauce del Turia (marginal derecha) hasta las calles Colón, Xàtiva y Guillem de Castro.
- Área Sur 1 (AS1): desde el cauce (marginal derecha), pasando por la Av. del Cid y la V-30. Vienen aquí incluidos también los Poblados Marítimos como Nazaret y Pinedo.
- Área Sur 2 (AS2): se incluyen todos los barrios situados entre la Ronda Sur y la V-30.
Avances en el Consistorio
El Ayuntamiento ha aprobado ya la licitación del suministro del sistema de gestión y control para la implantación de la zona de bajas emisiones. El edil, Giuseppe Grezzi, ha asegurado que el objetivo es «profundizar mediante el diálogo y la participación de todas las entidades en la descarbonización de la ciudad para ser climáticamente neutras en 2030».
El sistema para regular y controlar la ZBE costará unos 10 millones de euros y estará financiado en un 90% con los fondos Next Generation de la Unión Europea. El plazo de ejecución del contrato se ha previsto en 24 meses.
Además, este sistema se gestionará de manera dinámica en función de los niveles de contaminación: cuanto mayor sea el índice de polución, mayor será el perímetro controlado por las cámaras. En caso de acceder sin autorización, las cámaras lo detectarán y se emitirá una sanción.
Para ello, se instalarán 52 sensores de medición ambiental y 44 paneles de información variable. Además, la licitación también ha incluido un software y un hardware para gestionar los equipos existentes y sistemas informáticos; un sistema para la monitorización y control de la calidad del aire; y una campaña de concienciación a la ciudadanía.