Culpables. Así han sido declarados los padres de Ixchel y Amiel, los dos niños de Godella asesinados en 2019 a manos de sus padres. El jurado popular ha aprobado por mayoría que los dos acusados intervinieron en la muerte de los menores. Las pruebas indican que tanto Gabriel Salvador C. A. como a María G. M. cometieron el atroz asesinato por un impulso de sus creencias e ideas místico-religiosas.
El progenitor le inculcó a María, enferma de esquizofrenia, ideas de la cultura maya y la salvación de las almas. Por ello, en la noche del 13 de marzo de 2019 sometieron a los pequeños de 3 años y 5 meses a un baño purificador de sus espíritus. Tras ello, les propinaron numerosos golpes hasta matarlos con la idea enviarlos «al más allá» para reencarnarse. Después, la pareja se deshizo de los cuerpos enterrándoles en las proximidades de la vivienda en Godella.
Ahora, tanto Gabriel como María han sido condenados por el veredicto popular. El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de hasta 50 años de cárcel por agravante de parentesco para el progenitor. No obstante, cabe señalar que el Código Penal únicamente permite hasta 40 años de prisión.
Respecto a María, el jurado considera que no estaba en condiciones normales y presentaba un brote de esquizofrenia paranoide. Por tanto, a causa de su enfermedad mental ha sido declarada como no imputable por lo que no entrarán en la cárcel. Sin embargo, se ha pedido su entrada en un centro psiquiátrico para su recuperación.