Las terrazas valencianas podrían ser las primeras en reabrir durante la nueva desescalada de la tercera ola. El Consell estudia a día de hoy que los espacios abiertos de la hostelería sean los primeros en recibir clientes. No obstante, la decisión todavía no está tomada.
El objetivo del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, es convocar a la comisión interdepartamental antes de 48 horas. Según adelantó anoche en el programa ‘Ágora’, será este jueves o viernes cuando tenga lugar la reunión. En ella se realizará una valoración de los indicadores epidemiológicos. A partir de ahí se tomará una decisión sobre la desescalada progresiva de la Comunitat Valenciana.
Si esos indicadores resultan positivos, habría luz verde para la hostelería aunque a partir de marzo. No obstante, hay un debate interno sobre si abrir la totalidad de los locales con reducción de aforo o sólo los espacios al aire libre. A esto se suma un segundo debate: el horario. Desde Las Provincias señalan que podría estipularse un cierre a las 17:00 horas aunque se trata de una cuestión que todavía no está definida.
1 DE MARZO: FECHA CLAVE PARA EL INICIO DE LA DESESCALADA
Actualmente la autonomía cuenta con unas medidas restrictivas que implican el cierre total de la hostelería, a excepción del servicio a domicilio; la reducción del horario comercial a las 18:00 horas; toque de queda a las 22:00 horas; y cierre perimetral de las localidades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana, entre otras restricciones. Dichas medidas finalizarían el próximo 15 de febrero aunque ya se ha avanzado que habrá una prórroga.
El mismo Puig reconocía ayer en 7 Televalencia que la Comunitat Valenciana no está «en una situación como para poder bajar las restricciones». Además, señaló que el nivel de contagios todavía es “demasiado elevado” a pesar de esta semana los indicadores “han bajado mucho”.
Por el momento todo apunta a que Puig abogará por una prórroga de dos semanas que finalizaría el 1 de marzo. A partir de entonces arrancará una desescalada gradual de la que actualmente se desconoce el proceso.
A día de hoy la incidencia acumulada ya ha bajado de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la cifra de fallecidos continúa siendo elevada con más de un centenar de muertos en la última notificación.