Las Fallas se aplazan por el coronavirus, una dura decisión que se anunciaba la pasada noche y que ya empieza a cobrarse las primeras consecuencias. Cancelaciones hoteleras, floristerías sin encargos, puestos de chocolate desmontados, eventos cancelados… Todo ello, sumado la suspensión de la Magdalena en Castellón, tendrá un impacto económico de 700 millones de euros para la Comunitat Valenciana.
Así lo ha declarado esta mañana el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante unas entrevistas a Cadena Ser y Onda Cero. Puig ha asegurado que es una estimación y no se trata de una cifra cerrada y definitiva. Además, el jefe del Consell ha declarado que espera un «impulso» por parte del Banco Europeo de Inversiones con el que poder «hacer frente a la desaceleración y la recesión».
El líder del Gobierno autonómico ha avanzado que ya están trabajando en «medidas paliativas». Sin embargo, considera que debe darse una «acción europea mucho más potente» ya que de lo contrario «esta crisis va a ser muy, muy grave».
Respecto al empleo, Puig ha señalado que la suspensión de las fiestas supone poner «en peligro miles de puestos de trabajo«. A esto ha añadido que se suma la medida de suspender todos los vuelos procedentes de Italia, uno de los países que mayor flujo de turistas trae a la Comunitat.
UNA DECISIÓN «MUY DIFÍCIL»
En referencia al anuncio de suspender las Fallas, Puig ha declarado que fue «muy difícil» puesto que hasta «el último momento» consideraron la opción de «conciliar» las fiestas con la «prevención».
El president ha explicado que fue el rápido crecimiento del coronavirus en Madrid lo que hizo tomar la decisión final pensándose en la ciudadanía. «Atendimos a lo que era la voluntad de los expertos y el Ministerio de Sanidad», ha avanzado, «lo mas importante y fundamental es la salud de las personas».
SIN FECHA PARA LAS NUEVAS FALLAS
Las Fallas no se han cancelado sino que se han aplazado. A pesar de ello, todavía no hay ningún avance de cuándo podrían celebrarse. Ximo Puig ha destacado que su desarrollo es algo que dependerá de los falleros y autoridades locales.
«Sería bueno que se pudiera celebrar en otra fecha pero no queremos interferir. Queremos ayudar y, si se plantea un aplazamiento, vamos a colaborar en la medida de nuestras posibilidades», ha declarado.
