Elisa y Bram rememoran su primera cita en los 100 Montaditos de Blasco Ibáñez.

¿Quién no ha recurrido a unas jarras bien fresquitas en un 100 Montaditos durante una primera cita? El buque insignia de Restalia ha albergado los románticos comienzos de muchas parejas que, nerviosas y emocionadas, acudían al local para encontrarse con la que podría ser su media naranja.

Esta es precisamente la historia de Elisa y Bram, que se conocieron en el local de 100 Montaditos ubicado en Blasco Ibáñez mientras realizaban su Erasmus en Valencia.

Quién iba a decirles que esas primeras veces, rodeadas de incertidumbre, se convertirían en una preciosa historia de amor que terminaría en boda. Y es que este local albergó el pasado sábado una ceremonia que ha oficializado, mediante el “rito montadito”, el compromiso de esta pareja y que ha contado con los amigos que hicieron durante este año tan especial.

Unos votos muy especiales

Hace un par de semanas el equipo de Restalia recibió un email de Bram contando la romántica historia que envolvía a la pareja y dando la buena nueva sobre su próxima boda. Pero, entre los preparativos, había un requisito muy especial para el que necesitaban de la ayuda del equipo: servilletas de 100 Montaditos sobre las que poder escribir sus votos nupciales.

Tras este primer contacto, el equipo de Restalia se puso manos a la obra, y en lugar de simplemente enviarles las servilletas, se propuso organizar una de las celebraciones más especiales que han tenido lugar en el local de 100 Montaditos de Blasco Ibáñez de Valencia.

Los novios, que vinieron desde Bélgica especialmente para este evento, llegaron en limusina al que fue el lugar de su primera cita en donde fueron recibidos con la marcha nupcial.

Además de gozar de un menú especial para la ocasión, recibieron un lote de servilletas para escribir sus votos y unas jarras serigrafiadas que se han convertido ya en símbolo de su amor.  La risa, la emoción y la alegría se convirtieron en un cóctel perfecto que ayudaba a la pareja a rememorar esos inicios y a celebrar el amor en su máximo esplendor.