La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado por unanimidad este miércoles el dictamen favorable a la Modificación Puntual de las Normas Urbanísticas del Plan Especial de Protección de Ciutat Vella relativa a la regulación del uso vivienda turística. Dicha aprobación es el paso previo para poder solicitar a partir de ahora el pertinente informe a la Conselleria de Cultura y Deporte.
La propuesta establece que se elimina el uso terciario de vivienda turística en el ámbito de predominancia residencial de Ciutat Vella, que incluye los barrios de Velluters, el Pilar, el Mercat, el Carmen, la Seu y una parte de la Xerea. En estas zonas es las que registran una mayor saturación de vivienda turística.
Tal como ha explicado el concejal de Urbanismo, Juan Giner, desde este planteamiento, la iniciativa aprobada hoy prohíbe las viviendas turísticas en cualquier edificio de Ciutat Vella que tenga una vivienda residencial.
«Queremos que Ciutat Vella sea un barrio residencial y por esa razón hemos propuesto que no es compatible y no se abrirán apartamentos turísticos en los edificios donde viven nuestros vecinos«, ha indicado el concejal.
Giner ha recordado que en Ciutat Vella hay más de 19.000 viviendas y una población de casi 28.000 habitantes. «La propuesta que hemos aprobado tiene el objetivo de garantizar la calidad de vida de las personas residentes en todos los barrios del distrito, a la vez que contribuye a la conservación de los valores patrimoniales del centro histórico y protege el comercio tradicional».
SÓLO ABRIRÁN NUEVAS VIVIENDAS TURÍSTICAS EN DOS ZONAS DE CIUTAT VELLA
Además, la iniciativa establece la posibilidad de que, de manera excepcional, existan viviendas turísticas cuando se trate de un uso exclusivo, sin ninguna vivienda residencial, solamente en el barrio de Sant Francesc y en una pequeña parte del de la Xerea.
Nada más que sea aprobada la propuesta de ordenación, aquellas viviendas turísticas que en ese momento dispongan de la correspondiente licencia o autorización podrán seguir en funcionamiento, pero la medida implica que no se implantarán más viviendas turísticas ni tampoco se abrirán nuevas en edificios residenciales.