El Museo de Bellas Artes de Valencia es, probablemente, uno de los centros culturales de la ciudad más importantes y, a la vez, menos valorados. Este museo está catalogado como la segunda pinacoteca de España, por detrás tan solo del Museo del Prado. Pero, pese a ello, no goza del reconocimiento que se le presupone a un centro artístico de estas características. Por este motivo desde la Conselleria de Cultura, entidad responsable de la gestión del mismo, se quiere poner en valor y dignificar este espacio.

«El Museo de Bellas Artes es la segunda pinacoteca de España y ni tan siquiera estando en la Comunidad Valenciana se la reconoce como tal por sus vecinos», asegura el vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera.

Por este motivo, Barrera señala que ya se está trabajando en poner en valor este espacio. «Queremos hacer una serie de reformas para dignificar algunos espacios que en este momento están abandonados y se encuentran dentro del museo. Cosas tan sencillas como poner una zona de restauración o una zona de esparcimiento que no existe en el museo. A día de hoy los museos no son solo un espacio para ver la obra de arte, son espacios también donde puedes sentarte, tomar algo, hacer más vida».

Un momento de la entrevista de Vicente Barrera en Ágora.

Además, entre las mejoras planteadas por Barrera se encuentra la digitalización de una parte del museo y la mejora en iluminación. Unas intervenciones que se realizaran acorde a la opinión de los expertos y siempre con el objetivo final de mejorar la experiencia de los visitantes y poner en valor la valiosa muestra de pintura que acoge este edificio emblemático.

La segunda mayor pinacoteca

El Museo de Bellas Artes es la segunda mayor pinacoteca de España con obra de los siglos XV al XIX, donde destacan las salas dedicadas a Sorolla, así como la destinada a Francisco de Goya. Son impactantes las salas de obra Gótica y muy representativas de la escuela valenciana las de los pintores y escultores Pinazo y Benlliure.

El museo sobresale además por la colección pictórica renacentista, ya que Valencia fue puerta de entrada de las influencias artísticas de este estilo en España. No hay que perderse tampoco el Patio del Embajador Vich y la obra inédita de Velázquez.

Una de las obras que podemos encontrar.

Polémica por la incorporación de personal no cualificado

Durante las últimas jornadas, el Museo de Bellas Artes de Valencia ha sido noticia por la polémica generada tras la contratación de tres nuevos trabajadores. Según la convocatoria, realizada en 2018, una de las plazas iba destinada a cubrir un puesto de restaurador, pero no se solicitaba la cualificación profesional necesaria para ese puesto. Así, la convocatoria se realizó de manera general para «administración cultural».

Ante esta realidad, desde la Conselleria de Cultura aseguran que se han limitado a cumplir la normativa y a resolver una convocatoria del anterior gobierno. Por este motivo, han optado por incorporar personal del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración para estos trabajos y poder dar respuesta a esta necesidad.

Una de las salas del Museo de Bellas Artes.

Una cultura sin ideología política

Durante la entrevista en Ágora, Barrera también ha aprovechado para denunciar la «red clientelar» que, según sus palabras, existía dentro del departamento. «Nosotros volvemos para devolver la libertad. Las bases de las ayudas estaban politizadas e ideologizadas, nosotros queremos dar libertad para el que quiera editar o publicar un libro, hacer una obra de teatro o música».

Además, ha aclarado que los ceses y los cambios de direcciones y responsables en los centros culturales responden al mandato de las urnas. «Cuando hay un cambio político, está la izquierda y llega la derecha, es lógico que las políticas, en este caso culturales, cambien. Es lógico que los responsables que están al frente de unos entes públicos tengan que cambiar. Dentro de cuatro años si nosotros nos tenemos que retirar para que venga Compromís, ya le anuncio que habrá cambios en la conselleria de Cultura», ha reafirmado Barrera.