El posible traslado del estadio Mestalla ha generado opiniones encontradas entre los residentes de la zona. Mientras los aficionados al fútbol lamentan la pérdida de un emblema histórico, otros vecinos ven en este cambio una oportunidad para mejorar la calidad de vida en el barrio.
Para los seguidores del Valencia CF, el Mestalla es más que un estadio; es un símbolo cargado de recuerdos y emociones. La posibilidad de su traslado suscita tristeza y resistencia entre quienes han vivido momentos inolvidables en sus gradas.
Por otro lado, vecinos no aficionados al fútbol expresan su deseo de que el estadio sea reubicado. Señalan que los días de partido el barrio enfrenta dificultades como congestión peatonal, problemas de estacionamiento y acumulación de basura. Ven en el traslado una oportunidad para disfrutar de un entorno más limpio y ordenado.
Comercios en silencio
Los comerciantes de la zona han optado por no pronunciarse sobre el posible traslado del estadio. Aunque es previsible que este cambio afecte a sus negocios, prefieren mantener reserva al respecto.
La finalización del nuevo estadio podría transformar significativamente la dinámica del barrio. Por un lado, podría reducir las molestias asociadas a los eventos deportivos; por otro, podría afectar la actividad comercial que se beneficia de la afluencia de aficionados.