Valencia ha realizado la primera auditoria de los cruces y puntos urbanos que registran una mayor siniestralidad. El objetivo es detectar las circunstancias que potencian la mayoría de los incidentes y tomar medidas dirigidas a reducir el número y la gravedad de éstos.
«Hasta la fecha no se había realizado este tipo de estudios específicos, que son similares a los que realiza el Estado», ha explicado el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, quien ha subrayado que la finalidad de esta acción «es identificar la deficiencias y omisiones, a la vez que determinar las posibles soluciones, a corto y largo plazo”. «Además si las medidas funcionan, se podrán extrapolar a otros puntos de la ciudad, ha señalado.
La auditoría ha hecho balance de las ventajas e inconvenientes de la ubicación de los carriles bici cerca de las paradas de autobús y propone, cuando el carril discurre por delante de las marquesinas, reforzar la señalización; mientras que cuando lo haga por detrás de éstas, se plantea mejorar la visibilidad en el acceso peatonal.
Asimismo, se estudiará la posibilidad de colocar semáforos para ciclistas activados ante la presencia de un autobús detenido o en la aproximación a paradas con elevada demanda peatonal.
También se ha observado que se generan conflictos en el momento en que los peatones han de cruzar el carril bici para acceder a los contenedores de residuos. Se plantea, en este caso, alcanzar un espacio de separación viable entre el carril bici y los contenedores, y señalizar pasos de peatones transversales suficientemente seguros.
Los próximos pasos
Carbonell ha asegurado que la Delegación de Movilidad ejecutará las actuaciones de señalización, regulación semafórica y mejora de la accesibilidad y la visibilidad propuestas en el próximo ejercicio presupuestario, 2025, lo mismo que el proyecto de transformación de la glorieta de la avenida Blasco Ibáñez- Cardenal Benlloch.
Asimismo, analizará la movilidad de los peatones alrededor de las paradas de autobús para determinar un criterio de señalización o mediante semáforos en función de la intensidad.
De forma paralela, se llevará a cabo un proyecto piloto de instalación de semáforos con detección de peatones que suban y bajen del autobús para alertar o frenar el carril bici en aquellas ubicaciones donde la elevada intensidad peatonal lo aconseje.
Además de lo anterior, se estudiará también la movilidad en aquellos puntos de cruce «conflictivos» entre peatón y carril bici que han sido objeto de petición por parte de la Policía Local o de la ciudadanía para analizar la conveniencia de reforzar la señalización horizontal, vertical o con semáforos. Se realizará seguimiento y evaluación de los resultados de siniestralidad después de acometer las actuaciones propuestas.
El delegado de Movilidad ha concluido su intervención adelantando la voluntad del gobierno municipal de continuar realizando este tipo de auditorías de seguridad vial en los próximos años sobre los puntos más conflictivos de la ciudad, «con el fin de garantizar la seguridad en la circulación de todos los usuarios de la vía».