Valencia pierde las naranjas de sus árboles: por qué no se pueden comer si vienen de la calle
Unos operarios recogen las naranjas de los árboles en Valencia.

Durante estas semanas y hasta el próximo mes de marzo se llevará a cabo la campaña de retirada de naranjas. Será para entonces cuando los más de 9.000 naranjos que hay en la ciudad se queden sin su fruto. Según ha anunciado el Ayuntamiento, en esta ocasión se han sumado dos nuevas máquinas para realizar el trabajo con mayor rapidez y eficacia.

Actualmente, Valencia cuenta con más de 12.000 ejemplares de naranjos repartidos por sus jardines, plazas y calles. Sin embargo, la campaña de recogida se centra en el arbolado viario de la ciudad y sus pueblos. En consecuencia, esto supone un total de 9.000 árboles llenos de cítricos. El resto de ejemplares están localizados en los diferentes jardines urbanos y, tal como ha explicado esta semana el concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, tienen un tratamiento específico.

A pesar del marcado carácter ornamental, la retirada del fruto es necesaria por las molestias que ocasiona cuando cae. Campillo ha señalado que «las naranjas que caen al suelo pueden ensuciar las calles, además de provocar algún tipo de daño a las personas».

420.000 KILOS DE CÍTRICOS NO APTOS PARA CONSUMO

Estampa habitual de las calles valencianas, los naranjos lucen ahora mismo en su máximo esplendor, repleto de frutas. Aunque seguramente más de una vez haya surgido la duda de si se pueden comer, la respuesta es sencilla: no.

Existen 12.000 naranjos en la ciudad y en el presente ejercicio se estima que se han producido hasta 420.000 kilos. Sin embargo, esta nunca llegará a comercializarse. La razón es que son naranjas puramente ornamentales. Su sabor amargo dista del que sí tienen las naranjas en los supermercados o fruterías.

Consumir estas naranjas «sin coste» de la vía pública podría ser perjudicial para la salud. La piel del fruto absorbe los gases tóxicos derivados de la contaminación en la ciudad. Además, la calidad del suelo y la tierra también influyen en el desarrollo del árbol, que podría no contar con los criterios sanitarios necesarios.

Si bien estas naranjas son muy bonitas y le dan un color muy vivo a las calles de Valencia, la conclusión es que no son aptas para el consumo humano. ¿Y entonces qué se hace con ellas? Aunque la respuesta ya la desvelamos en 7 Televalencia, en resumen, estas naranjas se destinan principalmente al compostaje.